En un tira y afloja con el club comunitario, el jefe del Gobierno conservador elevó el tono de la amenaza al afirmar que su país puede optar por una “solución australiana” con la UE, lo que implicaría terminar las negociaciones sin pacto y pasar a regirse con sus vecinos europeos en virtud de las normas generales de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Johnson se había fijado el 15 de octubre –fecha del comienzo de la cumbre europea de Bruselas– como plazo para cerrar un acuerdo con la UE, pero varios puntos enquistados, como el acceso de la flota pesquera comunitaria a las aguas británicas, impiden desbloquear el “punto muerto” en que están los contactos.
Después de que el Reino Unido saliera oficialmente de la UE el pasado 31 de enero, los negociadores de ambos lados han celebrado hasta nueve rondas, pero la pesca y los subsidios gubernamentales a las empresas frenaron cualquier perspectiva de sellar un documento sobre la futura relación comercial.