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El ministro de Economía, Airlangga Hartarto, anunció que del día 11 al 25 de enero se limitará en un 75 % el número de personas dentro de oficinas, se restringe a la mitad el aforo en edificios de culto y se reducen los horarios en centros comerciales, tras revisar los datos de presión hospitalaria y aumento en la tasa de fallecidos.
El país, con 265 millones de habitantes y el cuarto más poblado del mundo, confirmó hoy más de 7.400 nuevos casos, incluidos 198 muertos, y ya acumula desde el inicio de la pandemia más de 772.000 pacientes, entre ellos 22.911 fallecidos.
Las medidas entrarán en vigor dos días antes del inicio de la campaña de vacunación, cuya primera dosis será administrada el próximo miércoles al presidente, Joko Widodo, para mostrar confianza al público en la vacuna producida por la compañía china Sinovac.
Las autoridades ya han comenzado a distribuir 1,2 millones de dosis de la vacuna de Sinovac entre las 34 provincias del país, que recibirá este mes un segundo cargamento de 1,8 millones de dosis y el material para poder producirla en sus laboratorios.
Después de una reunión telemática con los gobernadores provinciales, Widodo apuntó hoy que en enero se distribuirán 5,8 millones de dosis, para febrero 10,45 millones y unas 13,3 millones en marzo, durante la primera fase de la campaña de vacunación que prioriza a 1,3 millones de trabajadores sanitarios y otros 17,4 millones de trabajadores públicos de entre 18 a 59 años.
Indonesia espera recibir la mayor parte de las vacunas que tiene comprometidas a lo largo del segundo semestre del año y, según sus planes iniciales, tiene previsto completar la inoculación de 181,5 millones de personas para marzo de 2022.
La nación asiática ha firmado acuerdos de compra con la citada farmacéutica china, Pfizer y AstraZeneca, entre otras compañías, para adquirir un total casi 329,5 millones de vacunas.