Biden dijo que el decreto contiene una serie de propuestas para “afrontar el peligro existencial del cambio climático”.
“En mi opinión –siguió–, ya hemos esperado demasiado para abordar la crisis climática. No podemos esperar más. La vemos con nuestros propios ojos, la sentimos”.
La iniciativa incluye revisar las prácticas para otorgar permisos en el sector energético y las concesiones “relacionadas con los combustibles fósiles” ya existentes en territorios federales.
El Fracking
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En un intento por aplacar la críticas del sector energético, Biden puntualizó: “Déjenme aclarar, sé que siempre sale, no vamos a prohibir el ‘fracking’, protegeremos los trabajos y los trabajos crecerán, incluyendo estándares más fuertes como controles a las filtraciones de metano”.
La fracturación hidráulica es un asunto que fue central durante la pasada campaña electoral en estados clave como Pensilvania, donde este método de extracción de gas natural es utilizado en manera amplia.
Pese aclarar que no iba a prohibir el “fracking”, las críticas del sector ya han comenzado a arreciar.
Biden, prometió que su país liderará la batalla para enfrentar la “amenaza existencial” de la crisis climática, anunció una serie de nuevas medidas y convocó a una cumbre mundial sobre el clima.
Biden nombró al ex secretario de Estado John Kerry como su enviado internacional para el clima y dijo que EEUU será el anfitrión de una Cumbre de Líderes sobre el Clima el 22 de abril, coincidiendo con el aniversario del acuerdo de París.
Se espera que EEUU, el segundo emisor de gases de efecto invernadero del planeta, anuncie en esa reunión objetivos más ambiciosos de reducción de esas emisiones, bajo el impulso de la experta ambiental Gina McCarthy.