Con motivo de la pandemia del SARS-CoV-2, en los medios de comunicación se emplean con relativa frecuencia nombres de síndromes, efectos y fatigas en distintas noticias: "El Síndrome de la Cabaña: enfrentar el temor de salir de casa", "No tienes el 'síndrome de la cabaña', es que no quieres volver a tu vida anterior" o "El 'síndrome de la cara vacía' y las secuelas psicológicas de la pandemia".
Tal y como se indica en la "Ortografía de la lengua española", los nombres de síndromes y enfermedades son denominaciones comunes y por ello deben escribirse con minúscula inicial en todos sus componentes, excepto cuando incluyen el nombre propio del investigador o descubridor, como sucede en "síndrome de Down" o "síndrome de Tourette".
Por lo tanto, lo recomendable en "síndrome de la cabaña", "síndrome de la cara vacía" y otros similares es escribirlos íntegramente en minúsculas. Lo mismo se puede aplicar a otras denominaciones descriptivas como "fatiga del espejo", "efecto ascensor" o "fatiga pandémica", que siguen la misma pauta.
Finalmente, cabe recordar que en ambos casos resulta innecesario el uso de comillas o cursiva de forma general, dado que se trata de construcciones transparentes.
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Así pues, en los ejemplos anteriores, lo adecuado habría sido escribir "El síndrome de la cabaña: enfrentar el temor de salir de casa", "No tienes el síndrome de la cabaña, es que no quieres volver a tu vida anterior" y "El síndrome de la cara vacía y las secuelas psicológicas de la pandemia".
La FundéuRAE (www.fundeu.es), promovida por la Agencia EFE y la Real Academia Española (RAE), tiene como principal objetivo el buen uso del español en los medios de comunicación.