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Rainsford, veterana corresponsal de la cadena británica, deberá abandonar el país antes de final de mes, ya que su visado expira el 31 de agosto, según informó la televisión pública rusa.
La portavoz de Exteriores, María Zajárova, recordó que Moscú había advertido a Londres en numerosas ocasiones de que tomaría las medidas "necesarias" ante los abusos a los que se sometía a los corresponsales rusos que trabajan en territorio británico.
Precisó que los representantes de la BBC fueron convocados recientemente a la sede del Ministerio de Exteriores y "se les explicó todo al detalle".
Rusia ha denunciado en los últimos años la negativa de varios países occidentales a conceder visados a sus periodistas, al considerarlos no reporteros, sino propagandistas del Kremlin.
La televisión pública denunció también los reiterados intentos de Londres de revocar la licencia del canal RT y las "continuas presiones" sobre otros medios rusos.
El director general de la BBC, Tim Davie, denunció lo que calificó de "expulsión" de Rainford, que consideró "un ataque directo a la libertad de prensa".
Condenó la decisión de Rusia y le instó a "reconsiderar" su decisión y describió a la corresponsal como "una periodista excepcional e intrépida" que informa de manera "independiente" sobre Rusia y el espacio postsoviético.
La decisión de no renovar el visado tiene lugar después de que Rainsford asistiera este lunes en Minsk a la rueda de prensa del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, entró en cólera cuando la corresponsal aludió a las sanciones británicas contra el régimen y las protestas pacíficas que estallaron hace un año contra el fraude electoral.
En 2011 también fue expulsado de Rusia el periodista británico Luke Harding, corresponsal del diario "The Guardian".