“La agencia (el OIEA) ha continuado con sus actividades de verificación y supervisión, según lo acordado”, afirmó el representante iraní ante el OIEA, Mohamed Reza Ghaebi, en unas declaraciones recogidas por medios estatales.
“Los Estados miembros del OIEA deberían evitar realizar comentarios políticamente motivados”, añadió.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) informó hoy mismo de que Irán acumula 17,7 kilos de uranio enriquecido hasta el 60 %, más cerca del 90 % necesario para desarrollar un arma nuclear.
Esa cifra está muy por encima del enriquecimiento máximo del 3,67 % que se acordó en el JCPOA, el acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán con el llamado Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania.
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Además, la República Islámica cuenta ya con 2.489,7 kilos de uranio enriquecido, de nuevo por encima de los 300 kilos acordados.
Reza sostuvo que esa producción de uranio se lleva a cabo con el “conocimiento” del organismo internacional por lo que no supone una violación.
Además, defendió una vez más la falta de acceso a las instalaciones de Karaj, en el noroeste de Teherán, porque “continua en marcha una investigación judicial” por el incendio que se produjo allí en junio, y del Teherán que responsabiliza a Israel.
Pero el OIEA afirma que no se cumple con lo pactado ya que la verificación y el monitoreo "se han visto seriamente socavados por la decisión iraní de frenar la implementación de sus obligaciones nucleares en el JCPOA, incluyendo el Protocolo Adicional", que hace referencia a las visitas sin aviso previo de los inspectores.
El choque entre Irán y el organismo internacional llega pocos días antes de que el director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, viaje el próximo día 22 a Teherán para reunirse con el Gobierno del nuevo presidente iraní, Ebrahim Raisí, quien llegó al poder el pasado agosto.
Durante esa visita Grossi se reunirá con el ministro de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian.
Además, el 29 de noviembre se reanudarán en Viena las negociaciones entre Irán y las seis potencias (Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido, además de Estados Unidos, de forma indirecta para revivir el JCPOA.
Irán demanda que Estados Unidos elimine las sanciones económicas impuestas por el entonces presidente Donald Trump en 2018 y que ofrezca garantías de que no abandonará un nuevo acuerdo nuclear como condiciones para salvar el pacto. EFE jlr/fpa