Presidente luso considera precipitado bajar el nivel de alerta en São Jorge

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Lisboa, 16 abr (EFE).- El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, aseguró hoy que hay señales positivas en la evolución de la crisis sísmica en la isla de São Jorge, en el archipiélago de Azores, aunque matizó que sería una "precipitación" reducir el nivel de alerta.

En su segunda visita a la isla portuguesa organizada para transmitir "confianza" a la población, el jefe de Estado recalcó que es posible mantener la normalidad pese a la crisis sísmica, que ha forzado a las autoridades a activar el nivel V4 de alerta volcánica (el siguiente nivel es en caso de erupción).

"Día a día se analiza y se muestra que en los últimos días hay una subida de frecuencia (de los terremotos) no comparable con las fases críticas" y hay una "reducción clara en la intensidad", por lo que "la situación está comparativamente mejor a como estaba la última vez que vine", afirmó en declaraciones a periodistas.

Defendió que hay una "capacidad de respuesta verificada" y que la situación "es más positiva que negativa", por lo que "la vida no puede parar ni va a parar", pero aclaró que "bajar el nivel de alerta sería dar una señal errónea".

La crisis sísmica comenzó el pasado 19 de marzo y ha provocado cerca de 29.000 temblores en menos de un mes, todos de baja intensidad (el de máxima intensidad fue de 3,8 en la escala de Richter el pasado 29 de marzo), mientras los expertos no descartan ningún escenario.

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En las últimas dos semanas São Jorge ha registrado una menor cantidad de temblores por día, unos 150 frente a los 1.300 que se detectaban cada 24 horas al comienzo, un periodo de "calma" que las autoridades quieren aprovechar para que la población pueda retomar sus rutinas en la localidad de Velas, donde se concentra la mayor parte de los seísmos.

Cerca de 2.500 personas abandonaron el municipio al comienzo de la crisis, pero en los últimos días se ha detectado una lenta vuelta de sus habitantes.

El miedo a una erupción volcánica o a un terremoto de gran magnitud han provocado la casi total paralización del sector turístico de la isla, lo que preocupa a los empresarios ahora que son las fiestas de Semana Santa y solo faltan dos meses para el verano.

"A medida que el tiempo pasa hay más razones para reforzar la confianza", insistió este sábado Rebelo de Sousa en declaraciones al canal luso RTP, quien aseguró que si los habitantes vuelven a la isla animarán al resto de portugueses y turistas extranjeros a visitar la región.

"Es evidente que el Gobierno nacional está tratando eso y es evidente que hay una atención a esa situación", añadió.

Recalcó que las autoridades mantienen una monitorización diaria de la situación, que se suma a los equipos militares y de Protección Civil listos para evacuar a la población en caso de que fuera necesario.

La isla de São Jorge, con 54 kilómetros de largo y 6,9 kilómetros de ancho y cerca de 9.000 habitantes, forma parte del Grupo Central del archipiélago luso de Azores ubicado en aguas del Atlántico, a más de 1.600 kilómetros de la costa del Portugal continental.