"Formulamos una invitación para que la Unión Europea enviara una misión de observadores a las elecciones pero no fue posible seguir con las negociaciones porque no se cumplieron algunas condiciones impuestas por la Cancillería", afirmó el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Edson Fachin, en una rueda de prensa virtual con corresponsales extranjeros en Brasil.
La máxima autoridad electoral admitió que la presencia de la misión observadora de la Unión Europea en las elecciones presidenciales, regionales y legislativas de octubre en la mayor democracia latinoamericana se "frustró" porque no contó con la aprobación de la Cancillería brasileña, en medio de la resistencia pública del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
"Eso no significa que no vengan invitados de países de la Unión Europea. Nada evitará que puedan estar presentes en las elecciones diversos especialistas y autoridades de países europeos que incluimos en una lista de observadores independientes que divulgaremos este mes", agregó el magistrado.
El magistrado aseguró que el tribunal tiene autonomía para elaborar la lista de invitados independientes sin necesidad de que sean aprobados por el Gobierno y agregó que esa lista incluirá a representantes de países que no forman parte de las misiones internacionales que recibieron aprobación para observar las elecciones en Brasil, entre las que destacan la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Parlamento del Mercosur y la Comunidad de Países de la Lengua Portuguesa (CPLP).
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"Serán entre 50 y 60 invitados de países de América Latina y de Europa, principalmente. Estamos en la fase final de elaboración de esa lista y la divulgaremos este mismo mes", agregó Fachin, quien anticipó que entre los invitados ya confirmados destaca una importante autoridad electoral de Portugal.
El presidente del tribunal agregó que otra organización internacional que probablemente actuará como observadora internacional en las elecciones de Brasil es el estadounidense y respetado Centro Carter.
"La presencia del Centro Carter está prácticamente confirmada y muy probablemente lo tendremos como misión de observación, pero aún depende de que ellos garanticen la financiación", dijo.
Cuando trascendió la posibilidad de que la UE enviara una misión observadora, el Gobierno de Bolsonaro respondió a través del Ministerio de Relaciones Exteriores con una nota oficial en la cual dio a entender que no lo veía con buenos ojos.
"En lo que toca a una eventual invitación para una misión de la Unión Europea, el Ministerio de Relaciones Exteriores recuerda que no es tradición de Brasil ser evaluado por una organización internacional de la cual no forma parte", indicó la Cancillería.
El mes pasado, Bolsonaro, que aspira a ser reelegido pero está ubicado segundo en las encuestas de intención de voto a una gran distancia del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró sus críticas a la presencia de misiones de observadores internacionales en declaraciones en las que puso nuevamente en duda la transparencia y fiabilidad del sistema electrónico de votación en Brasil.
"Pueden traer un millón de observadores. ¿Ellos van a observar qué? ¿Qué van a observar? ¿Ellos van a tener acceso al código fuente? ¿Ellos van a estar en la sala secreta para ver cómo es el conteo? ¿Cuál es el conocimiento que ellos tienen de informática", preguntó.