Los presuntos yihadistas interrumpieron a media tarde del domingo en la localidad de Bourasso con "disparos de advertencia", pero entonces no atacaron a los civiles, indicó a Efe Moussa Sangaré, el coordinador de los grupos de la sociedad civil de Nouna, una ciudad a 20 kilómetros de distancia.
El ataque empezó esa misma noche, cuando los hombres armados regresaron y "empezaron a disparar a las personas", lamentó Sangaré, visiblemente afectado.
"(Los atacantes) perseguían a las personas hasta dentro de sus patios para dispararles. (...) Fue una carnicería salvaje", describió este activista de la sociedad civil.
Mientras que algunas personas del pueblo de Nouna pudieron huir, decenas de mujeres embarazadas y ancianos no tuvieron más remedio que esconderse dentro de sus casas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Sangaré criticó la tardía intervención del Ejército, a pesar de que los lugareños habían alertado a las autoridades.
"La alerta se dio mucho antes de que llegasen los terroristas, pero el Ejército no llegó. No entendemos nada. El Ejército no protege al pueblo. Y tampoco está permitido que la población civil tenga armas para defenderse", dijo Sangaré.
Las autoridades de Burkina Faso aún no han confirmado el número de personas que fallecieron en este incidente.
Según fuentes de la región consultadas por Efe, este ataque pudo haber sido una represalia de los grupos terroristas por las operaciones que el Ejército llevó a cabo contra ellos el pasado mes de junio.
En un comunicado emitido el pasado 20 de junio, el Ejército burkinés anunció haber matado a más de cien terroristas y destruido sus bases en las localidades de Bourasso y Zonakuy.
Tras el incidente del pasado domingo, las poblaciones de Bourasso y las localidades de los alrededores están huyendo "en masa" a la capital de la región, Nouna, para buscar un refugio seguro de los ataques de estos hombres armados.
Burkina Faso sufre a menudo ataques yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos vinculados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.
La noche del pasado 11 al 12 de junio, un ataque terrorista en el norte de Burkina Faso ocasionó la muerte de 86 personas y el desplazamiento de más de 34.000 personas, según cifras del Gobierno burkinés.
La región más golpeada por la inseguridad es la del Sahel, que comparte frontera con Malí y Níger, aunque el yihadismo también se ha expandido a otras áreas vecinas, como la región del Boucle du Mouhoun (oeste), desde 2017, y la región Este del país, desde 2018.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos (49 gendarmes y 4 civiles), lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del entonces presidente burkinés, Roch Kaboré.
Meses después, el pasado 24 de enero, los militares tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.
