África oriental apuesta por unidad y diálogo para resolver problemas comunes

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Pablo Moraga Nairobi, 5 jul (EFE).- Líderes y representantes de los países miembros de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), un bloque económico de ocho estados del África oriental, acordaron hoy en Nairobi de manera unilateral hacer frente a problemas como la sequía, los conflictos armados y el terrorismo.

"Tenemos una visión compartida para convertirnos en una región pacífica y próspera. (...) No podemos conseguir el desarrollo sostenible y la prosperidad sin paz y seguridad", dijo el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, durante su discurso inaugural de la 39ª cumbre extraordinaria de la IGAD.

Además de contar con la presencia del presidente keniano, a esta cumbre también acudió su homólogo de Yibuti, Ismail Omar Guelleh; el ministro de Defensa de Uganda, Vincent Bamulangaki Ssempijja; el vicepresidente de Sudán del Sur, James Wani Igga; el viceprimer ministro somalí, Mahdi Mohammed Gualid, y el presidente del Consejo Soberano sudanés, general Abdelfatah al Burhan.

La reunión se produjo en un momento en el que la "situación humanitaria y sanitaria" de la región "sigue deteriorándose" por una intensa sequía, la subida de los precios de los productos básicos por el conflicto en Ucrania, el impacto de la pandemia de la covid-19 y las fuertes inundaciones en algunas partes de esta región, señaló la IGAD en un comunicado.

Asimismo, el extremismo y los conflictos armados amenazan a algunos de los países de la IGAD, con el Gobierno etíope en guerra con la región norteña de Tigré desde noviembre de 2020; Somalia golpeada por el grupo yihadista Al Shabab; Sudán inmerso en las protestas contra el golpe de Estado del pasado octubre, y Sudán del Sur sacudido por la guerra.

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Para abordar esos problemas, los líderes y representantes de los estados de la IGAD subrayaron "la necesidad" de actuar "de manera colaborativa y diplomática".

Esta organización elogió las conversaciones en curso que buscan "encontrar soluciones duraderas" a la crisis política de Sudán, así como los pasos que el Gobierno etíope está dando para llevar a cabo un "diálogo inclusivo" que desencadene en una solución pacífica a la guerra de Tigré.

Sin embargo, para analizar los avances del proceso de paz en Sudán del Sur, la IGAD mostró un tono más crítico, destacando que, aunque solo quedan ocho meses para que finalice un período de transición en el país, aún no se ha elaborado una hoja de ruta "clara" y "realista" que establezca cuándo se celebrarán las próximas elecciones, entre otros puntos importantes.

Aun así, la IGAD hizo un llamamiento para que los "socios clave" de Sudán del Sur, en particular Estados Unidos, "reconsideren su decisión de reducir significativamente su apoyo al proceso de paz", ya que la falta de medios económicos está obstaculizando aún más su desarrollo.

LA PEOR SEQUÍA EN 40 AÑOS

La severa sequía -la peor de los últimos cuarenta años- que asola a algunos de los países que forman parte de la IGAD también ocupó un protagonismo especial en las conversaciones de esta cumbre.

"Plenamente conscientes de la necesidad de gestionar (la sequía) de manera temprana y eficaz, los Estados miembros trabajarán de manera más colaborativa y estrecha para responder a la situación actual y seguir buscando soluciones permanentes al desafío crónico de sequía e inseguridad alimentaria que asola la región", señaló en el comunicado este bloque económico.

Ya a mediados del pasado mes de mayo, la IGAD advirtió que unas 40,4 millones de personas estaban en una situación de "inseguridad alimentaria" dentro de sus países.

Las naciones más afectadas eran Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda.

En este sentido, la ONU alertó el pasado 28 de junio que esta sequía ha llevado a más de 18,4 millones de personas a sufrir hambre severa en Somalia y Etiopía, además de obligar a muchas de ellas a abandonar sus hogares.

Los líderes y representantes de los estados de la IGAD también reconocieron los "crecientes impactos" de la crisis climática en la región y la necesidad de actuar en consecuencia, fortaleciendo los sistemas de predicción climática y de alerta temprana.

La cumbre también contó con la presencia del comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA), Bankole Adeoye; la enviada especial de las Naciones Unidas para el Cuerno de África, Hanna Tetteh, y la embajadora de la Unión Europea (UE) en Kenia, Henriette Geiger.