El fuego se originó en la población portuguesa de Lajeosa da Raia, limítrofe con la provincia española de Salamanca, a unos 350 kilómetros de la región de Madrid.
Sin embargo, las rachas fuertes de viento han propiciado que el humo haya cruzado al territorio español y haya llegado hasta Madrid, donde la gente se preguntaba por la causa del olor y de la neblina.
Emergencias recibió decenas de llamadas desde varios lugares de la región madrileña, que en este momento no está cercada por ningún incendio.
Este verano, de sequía prolongada y temperaturas tórridas, está siendo catastrófico especialmente en la península Ibérica, con infinidad de incendios forestales, que han carbonizado decenas de miles de hectáreas.
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En el caso de Portugal, el informe más reciente del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques de Portugal indica que fueron 58.354 hectáreas de masa forestal las quemadas hasta el 31 de julio. En España, podrían ser del entorno de las 200.000 hectáreas, según distintos cálculos.