Dos Santos gobernó Angola entre 1979 y 2017, siendo uno de los mandatarios africanos que permaneció durante más tiempo en el poder.
Según un comunicado de los abogados de Tchizé remitido a EFE, ésta tuvo conocimiento este sábado, a través de unas imágenes supuestamente emitidas en directo por la televisión pública angoleña, de que el cuerpo de su padre fue entregado a Ana Paula y trasladado a Angola.
Todo ello se habría realizado "sin que esta se haya pronunciado previamente, como le requirió el juez el pasado viernes, acerca de si celebraría un funeral en Barcelona", recuerda el equipo jurídico.
"Debido a que está situación ha provocado que la señora Tchizé y sus hermanos no hayan podido despedirse de su padre, ella quiere manifestar que, cuando se aclare lo ocurrido, estudiará si se ha producido una vulneración de sus derechos humanos y de los de sus hermanos", añade el comunicado.
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La hija del exmandatario angoleño recurrió el pasado jueves la decisión de un juzgado de Barcelona de entregar los restos mortales de su padre a su última mujer, Ana Paula, y de autorizar la repatriación del cuerpo.
Lo hizo al considerar que el tribunal en cuestión no es competente y que la última mujer de su padre y los hijos que tuvo con ella carecen de legitimidad.
Tchizé solicitó que se revocase la decisión judicial al alegar falta de competencias del juzgado para decidir sobre el destino de los restos mortales de Dos Santos, o que subsidiariamente se acordara su entrega a la hija demandante.
El texto presentado también hacía hincapié en que Ana Paula y Eduardo Dos Santos llevaban separados desde el año 2017, un hecho que ha sido "reconocido de forma abierta por todas las partes".
Además insistía en que la voluntad expresa de su padre era que fuera enterrado en Barcelona, puesto que el deseo de que su cuerpo reposara en España era claro, aunque no estuviera por escrito.
La hija había denunciado más allá un supuesto complot para asesinar a su padre y responsabilizó a Ana Paula, de quien destacó que su matrimonio no había sido reconocido ni inscrito en España, y al médico personal angoleño que le atendía cuyos gastos sufragaba el gobierno del país africano.
