"El Emirato Islámico de Afganistán, como sistema legítimo del país y representante de la valiente nación afgana, hace un nuevo llamado a la comunidad internacional para que adopte una política razonable hacia Afganistán, respete la voluntad de los afganos, la independencia, y la integridad territorial", indicó el Gobierno en un comunicado.
Desde su llegada al poder el 15 de agosto del año pasado y la retirada estadounidense dos semanas después, los talibanes han pedido de manera insistente a la comunidad internacional que reconozca su Administración, castigada por una serie de sanciones políticas y financieras.
Como parte de ello, se ha impedido al Gobierno talibán acceder a los fondos afganos en el extranjero y las fuentes de ayuda de los que gozó Afganistán durante las dos décadas de invasión estadounidense, sumergiendo a la nación en una crisis humanitaria aún peor a la vivida durante las dos décadas de conflicto.
Pese al grave deterioro, y a las condiciones impuestas por la comunidad en materia de derechos humanos y libertades, el Gobierno talibán ha insistido en la implementación de un riguroso sistema islámico.
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"Que la experiencia de los últimos 20 años, que solo aumentó la crisis, pueda ser una buena guía para el futuro", indicaron los talibanes en el comunicado que hace referencia a la larga guerra que supuso la invasión estadounidense, que terminó con la victoria de los islamistas y una apresurada retirada de las tropas extranjeras.
Las dos décadas de guerra librada por los talibanes contra las en un principio muy superiores fuerzas de la OTAN y EE.UU., "fue una batalla desequilibrada y de despertar, y finalmente los seguidores de la fe, la piedad, y los que creían en el materialismo fracasaron y se vieron obligados a huir", apuntaron.
Así la "conquista" del 31 de agosto de año pasado, tras la salida del último grupo estadounidense de Kabul, "no solo liberó a Afganistán de la ocupación estadounidense, sino que también es un ejemplo de nuestra fe", agregaron.
En este sentido los talibanes, que defienden su lucha y llegada al poder como el deseo de todos los afganos, reclamaron que se les permita tener "el sistema islámico independiente que quiere el país", y una interacción positiva con el resto del mundo.
El día de hoy, declarado día de júbilo en Afganistán, quedó marcado como el día del fin de la invasión estadounidense. El último avión norteamericano despegó de Kabul un minuto antes de la medianoche del 30 de agosto del año pasado con un grupo de pasajeros, marcando así el 31 de agosto como el primer día libre de la influencia de Washington.
Las celebraciones comenzaron anoche con fuegos artificiales en las calles, acompañadas de algún disparo de júbilo a pesar de la advertencia de los talibanes, mientras cientos de islamistas ondeaban la bandera blanca inscrita con el Shahada, usado como símbolo del autodenominado Emirato Islámico de los fundamentalistas, ya omnipresente en Afganistán.
