Los aliados concluyeron hoy el ejercicio Ulchi Freedom Shield (UFS), que arrancó el pasado 22 de agosto, según confirmó a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa.
UFS ha incluido una docena de ejercicios sobre el terreno, además de una simulación computarizada como ejercicio de puesto de mando y de defensa civil. Las maniobras transcurrieron en dos partes, una primera centrada en defender la región capitalina surcoreana de un ataque del Norte y una segunda simulando un contraataque.
Como suele ser habitual, el régimen de Pionyang, que considera estos ejercicios como un ensayo para invadir su territorio, protestó airadamente por su celebración.
El nuevo Gobierno surcoreano del conservador Yoon Suk-yeol se comprometió a volver a realizar estos ejercicios en respuesta al plan de modernización armamentística aprobado por Corea del Norte el año pasado.
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Estos juegos de guerra veraniegos fueron cancelados en 2018 para favorecer el diálogo durante el bienio de acercamiento que vivieron Pionyang, Seúl y Washington.
Sin embargo, el fracaso de la cumbre sobre desnuclearización de Hanói en 2019 y el cierre fronterizo total -que aún persiste- de Corea del Norte para contener la covid volvieron a abrir una brecha entre ambos bloques.
Merced al plan de modernización armamentística aprobado en enero de 2021, Pionyang ha realizado ya más de una veintena de lanzamientos de proyectiles este año y está preparada desde hace meses para realizar la que sería su séptima prueba atómica -la primera en cinco años- en Punggye-ri (noreste del país).