“Continúa la evacuación de la población civil de la margen derecha de la región de Jersón de la Federación Rusa”, que se anexionó la provincia en septiembre pasado, escribió el vicegobernador de ese óblast, Kiril Stremoúsov, en su canal de Telegram.
Recalcó que se trata de una medida para "salvar la vida" a los ciudadanos de la región y para "no interferir con los militares para que estos hagan su trabajo y protejan nuestro futuro pacífico".
"Toda esta historia terminará pronto con nuestra victoria", afirmó Stremoúsov, quien aseguró que el Ejército ruso "frustra de manera fiable cualquier intento de irrumpir en (la ciudad de) Jersón".
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"La noche transcurrió sin cambios. Las líneas del frente son inviolables", añadió el vicegobernador.
En el primer canal de la televisión pública rusa afirmó además que las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron romper las defensas rusas en dirección de Jersón en cuatro ocasiones, pero que los ataques fueron repelidos.
El miércoles el gobernador en funciones de Jersón, Vladímir Saldo, afirmó que durante el primer día de evacuación más de 7.000 ciudadanos han sido trasladados en ferri a la orilla izquierda del Dniéper.
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En total las autoridades prorrusas pretenden evacuar a entre 50.000 y 60.000 residentes en un plazo de seis días.
Además, ya han instalado las estructuras del poder de la administración civil-militar fuera de la capital regional, también en el otro lado del río, según dijeron la víspera.
A su vez, un representante de la administración militar-civil de Nova Kajovka, Ruslán Agáiev, señaló en la televisión rusa que el Ejército ucraniano continúa atacando la planta hidroeléctrica de la localidad, en la orilla izquierda del río Dniéper, y cuya presa señala Rusia como uno de los objetivos de Kiev para “inundar” parte de la región de Jersón.
"Los bombardeos se suceden con más o menos intensidad todos los días", sostuvo.
“Por supuesto siempre hay un riesgo de destrucción porque no tiran precisamente piedras contra la planta, sino misiles HIMARS para destruir nuestra presa y provocar un desastre”, afirmó.
