A pesar de sus promesas, el Ejecutivo de coalición germano no está haciendo lo suficiente a la hora de pedir responsabilidades al Gobierno de Xi Jingping, dijeron en el curso de una conferencia sobre la situación de los uigures celebrada hoy en la capital alemana.
"Nuestra exigencia es que el Gobierno desarrolle una nueva estrategia para China, una estrategia realmente nueva, que ponga los derechos humanos en el centro", declaró a EFE antes del inicio de la conferencia el organizador,Enver Can.
Además, señaló el activista, fundador de la ONG "Iniciativa Ilham Tohti", es necesario que se implemente de forma efectiva la ley de cadenas de producción y que las relaciones económicas no se pongan en primer plano antes que todo lo demás.
En la conferencia, los activistas criticaron la reciente visita a Pekín del canciller, en compañía de una delegación de empresas alemanas, que según dijeron envió el mensaje equivocado y sirvió para reafirmar la política del Gobierno chino.
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En la misma línea se pronunció la directora para China de HRW, Sophie Richardson, que afirmó que el gesto de Scholz durante su visita de manifestar su preocupación por la situación de los derechos humanos en China no es suficiente.
Berlín podría emprender la iniciativa para que las autoridades chinas rindan cuentas de los crímenes contra la humanidad cometidos e imponer sanciones contra los funcionarios implicados, indicó.
Además, las empresas alemanas deberían explicar qué están haciendo para abordar el posible empleo de trabajos forzados en la provincia china de Xinjiang como parte de sus cadenas de suministro, agregó Richardson.
"El Gobierno es demasiado silencioso y envía con ello las señales equivocadas", aseguró por su parte el diputado democristiano Michael Brand, que acusó a Scholz de cometer los mismos errores realizados en el pasado con Rusia.
A pesar de la evaluación negativa de seis ministerios, el canciller impuso justo antes de su viaje a Pekín la decisión de autorizar la venta al gigante chino Cosco de una parte de una de las operadoras del puerto de Hamburgo, recordó el parlamentario.
"Por supuesto que el presidente Xi ha entendido esta señal", afirmó Brand, que llamó a "llamar las cosas por su nombre" y a ejercer presión para lograr un cambio de política.
"Lo que está ocurriendo por parte del Partido Comunista chino es la mayor campaña de exterminio a nivel mundial en estos momentos, difícil de superar en brutalidad", dijo el diputado, que recordó que los expertos hablan de un "genocidio silencioso".
En la conferencia participó también Jewher Ilham, la hija del economista uigur Ilham Tohti, encarcelado desde 2014 supuestamente por expresar ideas separatistas y extremistas.
"Su familia ni siquiera sabemos si sigue vivo", lamentó Ilham, que denunció la falta de libertad de expresión y el empleo de políticas represivas en nombre de la lucha contra el terrorismo y contra la pobreza, que según afirmó van "más allá" de los crímenes contra la humanidad.