De Nairobi a Bali: los dos árboles plantados por Sánchez en tres semanas

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José Miguel BlancoNusa Dua, 16 nov (EFE).- La cumbre del G20 que se celebra en Bali no ha querido dejar de sumarse a la serie de actos simbólicos internacionales en favor del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático y ha propiciado la imagen de los líderes de los países integrados en este foro plantando un árbol.

Entre ellos, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien en apenas tres semanas ha echado mano de la pala y el azadón con ese fin en dos lugares distantes entre sí casi 9.000 kilómetros.

Fue el pasado 26 de octubre, con motivo de su presencia en la sede de la ONU en Nairobi y dentro de su viaje oficial a Kenia, cuando en los jardines de las instalaciones de Naciones Unidas plantó ese árbol.

Ataviado entonces con traje y corbata, recurrió a una pala para cubrir con tierra el agujero en el que se había plantado ese ejemplar, que crece ahora junto a una placa que recuerda que fue él quien lo colocó allí.

En esta ocasión, liberado del traje y con un polo blanco con el logo del G20 de Indonesia y una gorra del mismo color, como la mayoría de líderes, el esfuerzo ha sido menor.

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Todos ellos iniciaron la segunda jornada de la cumbre con una visita al bosque de manglares de Hutan de la conocida como "isla de los dioses" después de haber comenzado el día con la noticia de la explosión en territorio polaco que causó dos muertos y que está siendo investigada para determinar si procedía o no de Rusia.

Una noticia que provocó que antes de esa visita se reunieran los líderes del G7 y de otros países de la OTAN, entre ellos Sánchez, para analizar lo sucedido.

Después de la tensión motivada por este hecho, los jefes de Estado y de Gobierno del G20 mantuvieron la agenda prevista y se encaminaron al recorrido por el manglar, que estuvo precedido de charlas informales entre ellos tanto de pie como sentados.

Sánchez se ubicó en un sillón a la izquierda del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y ambos mantuvieron una larga conversación tal y como pudo verse en las imágenes difundidas del evento.

También habló largo rato el jefe del Gobierno con el anfitrión de la cumbre, el presidente indonesio, Joko Widodo, cuando éste le recibió a su llegada al punto de encuentro de la visita.

Todos se dirigieron después a una plataforma colocada sobre el manglar de Hutan y junto a la que estaban ya dispuestos los plantones de árbol que iban a situar en su agujero respectivo.

Una vez introducido cada mangle en el hueco habilitado al efecto, usaron la azada que cada uno tenía a su lado para arrastrar con ella una porción de tierra y dejar preparado el árbol para que siga creciendo allí a partir de ahora.

Con la azada levantada por cada uno de ellos, los informadores gráficos pudieron inmortalizar el momento previo a que los líderes siguieran su recorrido por el manglar antes de asistir a la última sesión de la cumbre de G20.