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La sentencia en el marco del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, el hijo de paraguayos residentes en Argentina, se conocerá el lunes 6 de febrero.
Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christina Rabaia del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores son los que deben definir la condena a los ocho acusados por el cruel asesinato del joven.
Los procesados por la muerte de Fernando son: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).
La Fiscalía y la querella pidieron prisión perpetua para los procesados mientras que la defensa pidió la absolución. Pero, ¿cuáles son las condenas que se pueden dar de acuerdo a la legislación argentina?
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Homicidio en riña
Uno de los posibles escenarios es que sean condenados por “homicidio en riña”. Bajo esta calificación podrían tener penas de entre dos a seis años de y prisión.
De darse esta sentencia, ninguno de los rugbiers quedaría recluido ya que llevan tres años presos y habiendo cumplido la mitad de la pena máxima, pueden solicitar libertad ambulatoria.
Esta pena podría darse si el tribunal entiende que no se pudo constatar quién mató a Fernando pero que si hubo una pelea. A esto apunta el abogado de la defensa, Hugo Tomei.
Homicidio calificado
Bajo esta figura, los jueces tendrían en cuenta los agravantes del caso a los que aluden la Fiscalía y la querella. Estos son concurso premeditado y alevosía.
En este escenario, los rugbiers pueden recibir la sentencia de prisión perpetua, que son 35 años.
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Homicidio preterintencional
Esta es una calificación parecida al homicidio en riña, pero con la diferencia en que se confirma que en el ilícito “hubo una intención de hacer daño pero no de matar”, es decir, no había intención dolosa en la acción.
La expectativa de pena es de tres a seis años de cárcel. Si el tribunal condena por este crimen a los acusados, quedarían libres.
Homicidio simple con dolo eventual
En este caso, la expectativa carcelaria es de 8 a 25 años, lo que haría que los rugbiers queden tras las rejas.
La diferencia con la prisión perpetua es que permite establecer quienes fueron los autores del crimen mientras que los demás pueden ser sentenciados por “participación secundaria”.
Los coautores del hecho pueden ser condenados a la pena máxima, 25 años en tanto que los “participes secundarios”, 15 años.