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En las últimas semanas, el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, ha encabezado cuatro operativos para derribar casas presuntamente vinculadas a narcotraficantes, rodeado de cámaras en horarios de máxima audiencia.
Según Carter, un popular alcalde que se está erigiendo en férreo opositor al Gobierno del progresista Gabriel Boric, la demolición de las viviendas se ajustó a la legalidad y la información se pidió por los cauces “oficiales”.
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La Fiscalía, sin embargo, quiere esclarecer si hubo irregularidades en la entrega de información al edil y si los datos que recibió eran reservados y pertenecen a investigaciones en curso.
Tras la apertura del sumario, Carter acusó de intervencionismo al Gobierno y de haber ordenado un “telefonazo”, pues la Fiscalía aplaudió en un primer momento las demoliciones pero a las pocas horas abrió el sumario interno.
Demolición de “narcocasas” a cargo de un alcalde
“Nadie cambia de opinión en ocho horas. Aquí hubo un telefonazo. El Gobierno no puede ya con sus contradicciones”, dijo el alcalde.
El Gobierno salió a desmentirlo y, antes de viajar el jueves hacia República Dominicana para participar en la XXVIII Cumbre Iberoamericana, Boric recalcó que la Fiscalía “es un ente autónomo”.
“Eso es absolutamente falso, la Fiscalía es un ente autónomo. No ha habido ningún llamado por parte del Gobierno, pero además yo estoy preocupado -como Gobierno- de luchar contra la delincuencia, contra el narcotráfico y no contra alcaldes. Así que en esa pelea no estoy interesado”, añadió el mandatario.
“Nosotros no tenemos ninguna polémica y no hemos hecho ningún telefonazo”, señaló horas antes en un medio local la ministra del Interior, Carolina Tohá.
Demolición de “narcocasas” en medio de ola de inseguridad
La polémica por la demolición de las “narcocasas” coincide con una crisis de seguridad inédita en el país, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Ejecutivo.
Las encuestas ciudadanas llevan meses revelando una preocupante alza en la percepción de la inseguridad en la sociedad chilena.
La fundación Paz Ciudadana publicó en octubre pasado que el miedo de ser víctima de un delito creció un 7,6 %, alcanzando un 28 % a nivel nacional, la cifra más alta en 22 años.
Para algunos, la política de Carter es “eficaz” y debería replicarse en todo el país, mientras que otros la tildan de “populista” y de “show mediático”.
Chile, a diferencia de vecinos como Bolivia y Perú, no es un productor de droga, sino un país de destino y una plataforma de distribución a Asia, Europa y Estados Unidos gracias a sus numerosos puertos.