El Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad se reúne desde este martes por tercera vez en el año y desde la llegada al poder de Lula en enero, y anunciará su decisión mañana, al finalizar el encuentro.
El mercado no espera movimientos en la tasa Selic, de acuerdo con un sondeo del diario económico Valor entre más de cien consultoras e instituciones financieras, en el que apenas dos indicaron un recorte.
Con el objetivo de controlar la inflación, el BCB ha mantenido la tasa desde agosto del año pasado, tras un ciclo de alzas ininterrumpidas iniciado en marzo de 2021, cuando estaba en un mínimo histórico de 2% por la pandemia.
Así, la Selic se situó en su máximo desde enero de 2017, y entre las tasas de interés real (descontando inflación) más altas del mundo, de acuerdo con la administradora de patrimonios Infinity Asset.
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Esta política ha sido criticada por el presidente Lula da Silva, quien califica de “absurdo” el nivel de la tasa.
Eso, objeta, encarece el crédito a empresas y consumidores, y enfría el crecimiento económico, a contramano de las necesidades nacionales.
“No podemos vivir más en un país donde la tasa de interés no controla la inflación, sino el desempleo, y es en parte responsable de la situación que vivimos hoy”, dijo el mandatario izquierdista el lunes, en el último de sus embates contra el BCB durante un acto por el Día del Trabajador en Sao Paulo.
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La desocupación en los primeros tres meses de su administración (enero-marzo) se ubicó en 8,8% -en alza por tercera vez consecutiva-, con 9,4 millones de desempleados.
En tanto, el presidente del autónomo BCB, Roberto Campos Neto, justificó la semana pasada en el Senado que aún no se ha iniciado el descenso de la Selic porque la inflación proyectada aún está “desanclada” de la meta.
Las subidas de precios se han moderado en Brasil respecto de la disparada tras la pandemia y a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania, cuando el indicador anual se ubicó en dos cifras durante varios meses.
En marzo último, la inflación a 12 meses cedió a 4,65%, por debajo de la meta del BCB para este año, con techo de 4,75%.
Sin embargo, las expectativas continúan en alza: el mercado espera una inflación de 6,05%, ascendiendo por quinta semana consecutiva, según la encuesta Focus del BCB hoy .
“‘Timing’ técnico”
El Copom señaló en su última reunión de marzo que “no dudará en retomar el ciclo de ajuste” si el proceso de desinflación no transcurre como se espera.
Pero las presiones para iniciar los recortes se han multiplicado, incluyendo a entidades como la poderosa Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), que tildó de “pornográfico” el nivel de la tasa.
Y la Confederación Nacional de la Industria (CNI), que se quejó del “freno” por intereses mayores al 30% anual en los créditos.
En cifras, las tasas afectarán el crecimiento del PIB en 2023, con una expansión proyectada del 1%, según la encuesta Focus, por debajo del 2,9% del año pasado.
Campos Neto rebatió las críticas: “El ‘timing’ político es diferente del técnico” para iniciar los recortes.
Entre otras preocupaciones ponderadas por el Copom sobre la economía brasileña está la cuestión fiscal, aún pendiente.
El gobierno presentó un proyecto con una nueva estructura de control fiscal para reemplazar a la que regía hasta ahora, limitando con un techo al gasto público.
La propuesta fue recibida con cautela por el mercado, donde abundan los temores de que el crecimiento del gasto eleve el endeudamiento y afecte a la economía.
Según el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, la votación allí debe realizarse a más tardar el 10 de mayo.