Un fuerte dispositivo policial flanquea una tensa marcha del orgullo LGTBI en Jerusalén

JERUSALÉN. Un fuerte dispositivo policial de más de 2.000 agentes flanqueó hoy la tensa marcha del orgullo LGTBI en Jerusalén con cerca de 35.000 asistentes, que se vio contestada por protestas, más pequeñas pero ruidosas, de grupos ultraderechistas, religiosos y homófobos.

Miembros de la comunidad LGTBI israelí y simpatizantes desfilan en la edición número 21 de la Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén, Israel.
Miembros de la comunidad LGTBI israelí y simpatizantes desfilan en la edición número 21 de la Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén, Israel.153530+0000 AHMAD GHARABLI

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No obstante, dentro del cordón policial predominó un ambiente festivo, donde las banderas del arcoiris se entremezclaron la blanca yazul de Israel. Pero también reivindicativo, que este año se ha fundido con los reclamos del movimiento ciudadano de protestas contra la reforma judicial, impulsada por el actual gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu con sus socios ultraortodoxos y ultranacionalistas.

“Esta marcha tiene lugar únicamente porque hace unos años la Corte Suprema se puso de nuestro lado. Si no tuviéramos ese tribunal, seguramente se las arreglarían para suspender esa manifestación que solo reivindica la igualdad”, indicó a EFE Hila Peer, presidenta de AGUDÁ, organización LGTBI de Israel.

Reforma contra las minorías

Peer se refiere al impacto que la reforma judicial puede tener sobre los derechos de las minorías, al pretender socavar la independencia de la Justicia -que estaría mucho más controlada por el poder Ejecutivo- y mermar la capacidad del Supremo de interferir en asuntos públicos.

Vista como una amenaza para la democracia, la reforma ha desatado las mayores protestas de la historia de Israel, que no han cesado en cinco meses de manifestaciones semanales y han aglutinado a amplios sectores de la sociedad, que temen que Israel se convierta en un Estado cada vez más conservador, religioso y ultranacionalista.

“Este año en Jerusalén hay casi cuatro veces más asistentes que el año pasado. La ciudadanía más liberal ha unido fuerzas este año con el colectivo LGTBI para que se nos escuche más alto”, agregó Peer en el parque Liberty Bell, antes de empezar la marcha por varias calles del centro de Jerusalén, donde los carteles en favor de la igualdad y de los derechos LGTBI se mezclaron con las consignas en contra de la reforma.

Según Peer, este año acudieron más de 35.000 personas al desfile, frente a las 10.000 del año pasado.

“Creo que conectar religión y sexualidad es un error. Creo que puedo creer en Dios y estar enamorada de una mujer”, declaró a EFE Shelly Erdy, una judía lesbiana de 23 años, quien cree que “celebrar de forma respetuosa” el desfile del orgullo en una ciudad religiosa y conservadora como Jerusalén, es importante para que las personas creyentes del colectivo sientan que pertenecen, que ese es también su lugar.

“Me parece importante empezar el mes del orgullo celebrando aquí en Jerusalén, donde además de una fiesta es un acto político”, indicó Alex Goldberg, un mexicano judío de 31 años que emigró a Tel Aviv hace un año, que acudió al desfile de hoy para “dar apoyo a la comunidad LGTBI religiosa”.

Anti LGTBI

Al otro lado del cordón policial, en un parque cercano, decenas de manifestantes “anti-LGTBI” mostraron su rechazo a esa celebración del orgullo en una contramanifestación convocada por el grupo ultranacionalista Lehava, conocido por sus actos violentos y su retórica homófoba.

Precisamente, el dispositivo policial, que todos los años es amplio en la marcha del orgullo de Jerusalén, tuvo que reforzarse ante las amenazas de violencia en las redes sociales por personas afines al grupo Lehava.

Los simpatizantes de este grupo se enmarcan dentro del movimiento político ultraderechista del sionismo religioso, que por primera vez integra el gobierno y que tiene una de sus figuras más representativas en Itamar Ben Gvir, actual ministro de Seguridad Nacional, quien acudió al evento a supervisar de primera mano el dispositivo de seguridad y que fue recibido por los miembros del colectivo LGTBI a gritos de “vergüenza”.

En el pasado, el ministro ultraderechista participó en manifestaciones en contra del Orgullo LGTBI, se mostró abiertamente en contra del evento e incluso solicitó a la Justicia que cancelara la marcha.

Ben Gvir, de profesión abogado, también defendió legalmente a un judío ultrarreligioso y homófobo que en 2016 fue arrestado por sospechas de intentar llevar a cabo un ataque contra la marcha en Jerusalén, y que era hermano de Yishi Schlissel, extremista ultraortodoxo que en el desfile de 2015 apuñaló y mató a Shira Banki, una adolescente de 16 años que participaba de la marcha.

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