La decisión "no ha sido fácil", dijo en un discurso durante un desfile militar en la ciudad de Viljandi (sur), y admitió que la economía estonia está atravesando "tiempos difíciles" en los que hay empresas que cierran y se han reducido las inversiones.
"La historia demuestra que un periodo de confrontación militar implica una mayor carga fiscal", indicó Karis, que señaló no obstante que el incremento del gasto en defensa servirá para estabilizar la situación.
"Nuestra inversión en defensa del 3 % debería reducir la incertidumbre, porque, cuanto mejor defendida esté Estonia, más seguro será el país para la economía, las inversiones y todos los que viven en él", aseguró.
Occidente en su conjunto es consciente de que la situación de seguridad se está deteriorando y está haciendo planes a largo plazo en consecuencia, argumentó Karis.
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"Claramente no se puede negociar con Rusia, que fue tan rápida en lanzar su guerra de agresión", aseveró y agregó que la única salida posible es que Moscú "pierda la guerra".
El presidente estonio se refirió también a la próxima cumbre de la OTAN los días 16 y 17 de julio en Vilna (Lituania), que según dijo traerá consigo decisiones sobre nuevos planes de defensa regional, una actualización del modelo defensivo actual, entre otros.
La coalición centrista encabezada por la primera ministra Kaja Kallas, que asumió el poder tras las elecciones legislativas del pasado 17 de abril, ya había avanzado el objetivo de incrementar el gasto militar.