"Personal de la célula de Eliminación de Artefactos Explosivos y las fuerzas de seguridad localizaron restos un cohete improvisado junto a la ciudad de Silat al Harithiya", un poblado palestino del área de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, informó un vocero del Ejército israelí en un comunicado.
Previo a este anuncio, un video que circuló en redes sociales mostraba el lanzamiento de un cohete, en medio de una zona rural con olivos.
El vocero del Ejército confirmó que el cohete fue lanzado "hacia una comunidad israelí".
El intento de ataque fue reivindicado por un grupo denominado Brigada Al Ayash, afiliado a las Brigadas Ezeldin al Qassam, brazo armado del movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja de Gaza y es considerado terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.
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Según este grupo, su objetivo era el asentamiento judío Ram On, ubicado en el área de Yenín, y el ataque responde a "los odiosos crímenes del enemigo contra el pueblo palestino y su derramamiento de sangre y la profanación de lugares sagrados".
No es la primera vez que un cohete es lanzado desde Cisjordania y es reivindicados por la Brigada Al Ayash.
"La mezquita de Al Aqsa es una línea roja que no permitiremos que se cruce", subrayó hoy el grupo.
Esta mañana, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, visitó la Explanada de las Mezquitas en la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa.
Esta incursión, considerada por los palestinos como una provocación, es la tercera que realiza Ben Gvir desde que asumió el cargo, a principios de año.
El funcionario, conocido por su retórica racista antiárabe, acudió al lugar junto a otros ministros de extrema derecha y rabinos, un gesto que fue condenado por Estados Unidos, Jordania, Egipto, Turquía y Arabia Saudita.
Hamás calificó la presencia de Ben Gvir en la Explanada -el lugar más sagrado para los judíos y el tercero más importante para los musulmanes- como "una peligrosa escalada".
Según el statu quo vigente desde 1967 -cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén donde se ubica la Explanada- el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, ya que las leyes judías prohíben a sus fieles orar en el lugar más sagrado para ellos.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005), con ataques militares por aire y tierra por parte de Israel sin precedentes desde esa época, y el lanzamiento de varios cohetes caseros por parte de palestinos, que no han dejado víctimas.
A principios de este mes, durante una extensa operación del Ejército israelí en Yenín, bastión de milicias palestinas, las tropas confiscaron un cohete improvisado, y según información de inteligencia, el uso de cohetes está siendo impulsado por miembros de la Yihad Islámica.
Este mismo jueves, un menor palestino de 14 años murió por disparos del Ejército israelí durante una redada militar en la ciudad cisjordana de Qalquilia, sumando cinco palestinos muertos por fuego israelí en distintos incidentes en Cisjordania, sólo en dos días.
En lo que va de 2023, han muerto 168 palestinos en el marco del conflicto palestino-israelí, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos 29 menores.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos y un aumento de ataques que han dejado 27 muertos del lado israelí, la mayoría colonos, cinco de ellos menores, y 3 uniformados.