La caravana salió del centro norte de la ciudad y fue hasta el sur para concluir en la zona financiera de la ciudad, donde el tráfico y el ajetreo de la hora punta se topó con la música y tambores del acto final realizado por el colectivo ecologista Quito Sin Minería, promotor de esta consulta que se votará el domingo, en coincidencia con las elecciones generales extraordinarias.
A este plebiscito están convocados más de dos millones de electores que votan en el Distrito Metropolitano de Quito, donde sus impulsores piden el "Sí" para las cuatro preguntas que contiene la papeleta sobre prohibir cuatro tipos de minería: artesanal, pequeña, mediana y a gran escala.
"Estamos festejando porque vamos a ganar, todas las encuestas nos dan un porcentaje muy alto", afirmó a EFE el coordinador de la campaña territorial de Quito Sin Minería, Esteban Barriga, a quien le gustaría ganar con un 75 % a favor del "Sí".
El activista explicó que lo más complicado de la campaña fue que muchos habitantes del núcleo urbano de Quito desconocen lo que es el Chocó Andino, un espacio de 287.000 hectáreas ubicado en la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito, conformado por exuberantes bosques donde habitan especies como el oso de anteojos, también conocido como oso andino.
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Parte de su extensión (124.000 hectáreas) se encuentra dentro del área metropolitana de Quito, concretamente en la Mancomunidad del Chocó Andino, conformado por las localidades rurales de Calacalí, Gualea, Nanegal, Nanegalito, Nono y Pacto, y es esta parte la que es objeto de la consulta.
Barriga aseguró que, si bien no muchos conocen lo que es el Chocó Andino, sí resulta muy fácil para la gente entender "el valor que puede tener el agua sobre el oro".
El coordinador de la campaña consideró que los discursos del sector minero, que promueven la compatibilidad entre la minería responsable y el medioambiente, "suenan muy bonitos en el escritorio, pero en el terreno es muy duro de ver cómo se dan las cosas".
"Toda la gente allá (en el Chocó Andino) quiere prohibir la minería y vivir de la ganadería, y de la agricultura y del turismo, y por eso es tan importante que se haya alzado esta voz y difundirla", manifestó el integrante de Quito Sin Minería.
Actualmente en la Mancomunidad del Chocó Andino hay doce concesiones mineras, de las que ninguna está en explotación, mientras que también hay en trámite otras ocho concesiones, que en total suman unas 27.000 hectáreas.
De acuerdo a los gremios mineros, en caso de que todas ellas entrasen en explotación, el espacio utilizado por las mineras apenas ocuparía el 0,4 % de toda la reserva de la biósfera, una categoría otorgada por la Unesco que no impide el desarrollo de actividades económicas en su área.