Marruecos rebaja su intervención en la Asamblea de la ONU a su embajador, último en hablar

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Naciones Unidas, 26 sep (EFE).- Marruecos rebajó este año su intervención ante la Asamblea General de la ONU al nivel de embajador, siendo uno de los seis únicos países que optaron por ese formato en el foro más importante de la diplomacia mundial.

Fue Omar Hilale, el embajador marroquí ante la ONU desde hace quince años, quien tomó la palabra, siendo el último país en hacerlo en la sesión de este año, tras los otros delegados que optaron por el mismo nivel.

Solo cinco países más -Vanuatu, Canadá, San Marino, Benin y Corea del Norte- optaron por estar representados por sus embajadores, y en el caso de Canadá, ello no ha impedido que su primer ministro, Justin Trudeau, participara la pasada semana en varios eventos paralelos y mantuviera una intensa agenda de contactos.

Es la primera vez en muchos años en que Marruecos opta por una representación tan baja, desperdiciando así la plataforma que supone la Asamblea General para practicar la diplomacia de alto nivel: este año ha habido 137 jefes de Estado o de Gobierno presentes en Nueva York.

El año pasado, fue el jefe de Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch, quien representó a su país, y lo mismo sucedió desde al menos 2018, regla que rompió solo en 2021, cuando fue su ministro de Exteriores, Naser Burita, quien tomó la palabra por su país.

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Por su parte, el rey Mohamed VI -cada vez más reacio a participar en foros internacionales-, estuvo por última vez en la ONU en el año 2014, y no ha regresado desde entonces.

Se desconoce la razón por la que Marruecos haya optado este año por rebajar su representación, máxime cuando es un país que tiene abierto un conflicto territorial por el Sáhara Occidental, que la propia ONU reconoce como "territotorio no autónomo", el mayor del mundo en tener un estatuto "pendiente de descolonización".

Al respecto, el embajador Hilale reiteró su postura de que la autonomía del Sáhara "como parte de la integridad territorial del Reino de Marruecos es la única solución a este conflicto regional fabricado".

Solo sobre esa base, dijo que cabe imaginar la posible celebración en el futuro de "mesas redondas" entre las partes en conflicto, pero subrayó que en ellas debe estar Argelia como "la principal parte de este conflicto".