Inaugurado esta semana, ‘Diversidad: la unión como algo más que la suma de sus partes’ es obra de la dupla artística ‘Medianeras’ y muestra en 105 metros cuadrados y 16 metros de altura el retrato de una persona, sin género definido, que mira al cielo con los colores de la bandera LGBTQ+ en su rostro.
El proyecto, que forma parte de la iniciativa ‘Le Parcours BD’ que gestiona la Ruta del Cómic de Bruselas, fue elaborado en su estudio de Barcelona donde, tesela a tesela, en menos de un mes y a contrarreloj, amigos y artistas de las creadoras se pasaron a colaborar en un mosaico que después fue transportado por piezas a la capital belga.
La dupla artística conformada por Vanesa Galdeano (arquitecta) y Anali Chanquia (licenciada en Bellas Artes) considera que, a diferencia de los muros que separan espacios, las paredes medianeras que comparten las viviendas de los vecinos son el espacio perfecto para un “arte público”.
Así, en la medianera de Rue Haute 353, yace un mosaico que busca “invocar a la memoria” en un lugar al que, según aclara Chanquia, puede acceder cualquiera sin la necesidad de ingresar en un espacio en busca de algo artístico, sino que “lo encuentras”.
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“Pretendíamos hablar del recuerdo. Muchas veces pensamos que las leyes, como la del matrimonio igualitario, son cuestiones que nos son dadas por naturaleza incierta, pero en realidad son derechos ganados que pueden retroceder y por tanto siempre hay que defender”, explica en una entrevista a EFE Chanquia.
En 2003, Bélgica se convirtió en el segundo país de Europa en aprobar el matrimonio homosexual, después de los Países Bajos, que fueron los primeros en el mundo en reconocer este derecho en 2001 y que también incluyeron en su ley la adopción homoparental; mientras, España hizo lo propio en 2005.
Además, tal y como especifica una de las creadoras, el mosaico de ‘Medianeras’ juega con el concepto de la anamorfosis, donde el dibujo ofrece una imagen deforme según desde donde se mire, con la intención de “representar otro tipo distinto de belleza más allá de la convencional”.
“Este rostro no define ningún género en particular, podría ser cualquiera persona. Así, queremos que los transeúntes puedan sentirse identificados y se lleven lo que más les guste de la obra”, puntualiza la artista.
De este modo, para las artistas, la técnica del mosaico y su elaboración colectiva encajó a la perfección con una temática como la diversidad que de por sí implicaba “una construcción más grande a través de la unión de cientos de piezas distintas”.
El mosaico fue inaugurado el pasado martes 28 de noviembre en Bruselas y contó con la presencia de la concejal de Vivienda, Patrimonio Público e Igualdad de Oportunidades, Lydia Mutyebele Ngoi.
