Esta es la segunda de las dos embarcaciones del tipo Sandown compradas por un total de 150 millones de euros para contrarrestar las minas flotantes en el Mar Negro, un área que ha ganado relevancia estratégica por la guerra entre Rusia y Ucrania.
El Ministerio de Defensa rumano detalló que el barco, que tiene una dotación de aproximadamente 40 militares, refuerza la capacidad naval rumana y hace frente a nuevas amenazas como la que suponen las minas a la deriva para las embarcaciones comerciales.
Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022, se han detectado 150 minas a la deriva en el Mar Negro, un peligro para el tráfico marítimo. Seis de estas minas fueron localizadas cerca de la costa rumana.
