La columna estuvo formada por simpatizantes del Gobierno cubano, integrantes de organizaciones oficialistas, como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y veteranos ataviados con uniformes castrense.
La recepción oficial, encabezada por el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se realizó en Ciudad Escolar Libertad, un complejo educativo en la parte occidental de la capital que funcionó como campamento militar hasta antes de la llegada al poder de la revolución cubana.
En ese mismo punto, Castro realizó un mitin, su primero en la capital tras el triunfo de la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Este acto anual en la isla tiene la finalidad de emular la ruta de más de 1.000 kilómetros -iniciada en Santiago de Cuba (oriente) y culminada un día como hoy hace 65 años en La Habana- que emprendió el Ejército Rebelde, liderado por Castro, tras el triunfo de la insurrección.
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La llegada de la caravana fue recibida en diferentes puntos de la ciudad por estudiantes, militantes y agrupaciones afines al Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), muchos de ellos con banderas del país.