Tusk hizo estas declaraciones durante una entrevista emitida la noche del viernes de manera simultánea por las principales cadenas del país, en una comparecencia que tenía como objetivo "moderar la muy alta tensión" que afecta a la escena política polaca.
Tusk justificó las últimas acciones de su gobierno, como la detención de dos políticos de la oposición cuando se encontraban en el palacio presidencial, e insistió en "la importancia de que las personas más importantes de este país, incluido el presidente, comiencen a reconocer la fuerza de la ley".
Al mismo tiempo que Tusk pronunciaba estas palabras, Duda publicaba mensajes en sus redes sociales oficiales calificando de "asalto a la Constitución" esas detenciones, pues en 2015, él mismo concedió un indulto a ambos políticos que, sin embargo, no fue reconocido por el Tribunal Supremo.
Por otra parte, Tusk afirmó que, "tanto para el gobierno como para el presidente, que se ha implicado mucho en el tema, la situación en Ucrania y en la línea de frente es la preocupación número uno en lo tocante a la seguridad en Polonia", un tema en el que "es primordial mantener una postura común".
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En relación al incidente de un misil ruso que hace un par de semanas violó el espacio aéreo polaco, Tusk se mostró convencido de que "no se trató de ningún accidente" sino de una clara provocación, y aseguró que "la Agencia Nacional de Seguridad monitoriza las actividades de grupos prorrusos y de la derecha radical en Polonia".
Acerca de las disputas surgidas tras su anuncio de liquidar los medios de comunicación públicos y de renovar las juntas directivas de las principales empresas estatales, lo que ha provocado acusaciones de revanchismo desde la oposición, Tusk enfatizó que son necesarias medidas radicales para "restablecer los principios elementales de la democracia".
El primer ministro reiteró su voluntad de fomentar "un proceso de reconciliación en la escena política de Polonia que trascienda a la vida normal de la gente".
"Los políticos no tienen por qué llevarse bien, pero la política no tiene por qué arruinar la vida de la gente corriente", dijo.
