Los manifestantes evacuaron este sitio, situado en la región de Fezzan, tras alcanzar un acuerdo con el presidente de la NOC, Farhat Ben Qedara, que se comprometió a satisfacer sus demandas con la garantía del mariscal Jalifa Hafter- hombre fuerte del país- tras tres semanas de negociaciones que obligaron el pasado 7 de enero a decretar el estado de bloqueo.
Entre las reivindicaciones se encuentra la creación de empleo, la apertura de un establecimiento hospitalario y mejora de carreteras así como la ejecución del proyecto de la Refinería Sur, cuyo contrato fue firmado en marzo de 2023 entre la filial Zallaf y la estadounidense Honeywell para producir gas butano y combustible para aviones.
En declaraciones a la televisión local Al Ahrar, el viceprimer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) -basado en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional- Ramadan Abu Jinnah, aseguró que el sur del país es "muy estable" y sólo necesita un desarrollo "real", por lo que anunció el aumento de las cuotas de combustible y el traslado de la sede de la compañía Akakus, una de las más importantes, a esta región.
Sharara, con una producción media de 300.000 barriles diarios, está gestionado por la NOC a través de Akakus junto a la española Repsol, la francesa Total, la australiana OMV y la noruega Equinor.
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El pasado ulio un grupo de manifestantes ya paralizó su producción y bloqueó las exportaciones en protesta contra la detención del exministro de Economía, Faraj Boumtari, acusado de impago de salarios por parte de las milicias locales.
