Hacia las 10.00 hora local (02.00 GMT), la filial dedicada a vehículos eléctricos, Evergrande NEV, ganaba un 1,31 % tras haber perdido ayer un 18,2 % antes de suspender su cotización; en tanto que la subsidiaria de gestión inmobiliaria, Evergrande Property Services, repuntaba un 1,28 % tras ceder ayer un 2,5 % durante el tiempo que estuvo disponible para negociar.
Por el momento, las acciones de China Evergrande, la principal rama cotizada en Hong Kong del grupo, se mantienen congeladas tras perder ayer casi un 21 % en los minutos posteriores a conocerse la noticia.
La compañía publicó anoche un documento, firmado ya por los nuevos administradores judiciales (Edward Middleton y Tiffany Wong, de la consultora estadounidense Alvarez & Marsal), en el que comunicaba al mercado la orden de liquidación y el nombramiento de los citados encargados de gestionar la compañía a partir de ahora.
El comunicado indica también que las acciones de Evergrande -que han perdido casi un 99,5 % de su valor desde el pico que marcaron en octubre de 2017- se mantendrán suspendidas hasta próximo aviso, y recomiendan a los accionistas que pidan asesoramiento profesional sobre las implicaciones del proceso de liquidación.
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En la mañana de este lunes, la Justicia hongkonesa ordenó la liquidación de Evergrande en favor de sus acreedores extranjeros, un dictamen que abre un largo e incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos, ya que el sistema judicial de la antigua colonia británica está separado del chino en virtud de su estatuto de semiautonomía.
El año pasado, Evergrande -que todavía puede recurrir la decisión- aseguró, citando un análisis de Deloitte, que la tasa de recuperación para los inversores en caso de una liquidación rondaría un 3,4 %.
Evergrande, con un pasivo de unos 330.000 millones de dólares, entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas.
El grupo, convertido en la principal cara visible de la crisis inmobiliaria en China, se vio sumido el año pasado en una nueva crisis después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales".
