En 2001, con un equipo pequeño, el cineasta comenzó a viajar por China para filmar "de forma improvisada, sin un objetivo especial", algo que fue posible por la introducción de las cámaras digitales, explicó en rueda de prensa Zhang-Ke.
En principio pensó en hacer un documental pero de vez en cuando llamaba a Zhao Tao, le daba unas frases y la filmaba. Eran "escenas de ficción pero de forma muy dispersa".
Cuando llegó la pandemia, aunque también rodó, comenzó a revisar el material grabado y partiendo de ahí, decidir qué hacer, una forma de trabajo inversa a la habitual de contar con un guion y rodar para poner esa historia en imágenes.
"Al comienzo no entendía bien qué personaje debía interpretar en el filme pero poco a poco, hablando con el director, las cosas de aclararon", reconoció la actriz.
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Zhao Tao interpreta a una mujer que trabaja en un supermercado y que apenas habla, no tiene amigos y lleva una vida solitaria mientras se aleja física y mentalmente de su pareja.
Una mujer que esconde sus emociones completamente durante 20 años y que solo en la escena final del filme se permite gritar y sacarlas fuera, un aspecto con el que se sintió identificada la actriz: "Yo, personalmente, vivo así desde hace años, así que he encontrado una especie de alivio al encarnar este personaje".
La película ha sido un largo desafío a nivel técnico que ha permitido al director reflexionar sobre esa evolución de China, donde ha cambiado completamente la forma de vivir, de desplazarse, de vestirse... "Todo era completamente diferente a comienzos de los 2000", afirmó el Zhang-Ke.
Y el hecho de rodar con una pequeña cámara fue el elemento esencial para poder grabar a la gente sin molestar y así capturar sus emociones. "Es como si hubiera construida una casa ladrillo a ladrillo".
El director de Fotografía, Yu Lik Wai, explicó que ha sido complicado unir todo el material para que tenga una entidad única y resaltó que el filme permite ver "cómo evoluciona la mirada del director durante esos 20 años".
Una película que es una suerte de resumen del cine de Jia Zhang-Ke, un habitual de Cannes, que en 2013 se llevó el premio al mejor guion por 'Un toque de violencia'.
Zhang-Ke está en Cannes no solo para presentar 'Caught by the Tides'. También llega como actor en 'Black Dog', que se presenta en una sección paralela del festival.
"No soy un actor profesional pero he apreciado tener un pequeño papel en este filme y poder ver un rodaje desde otro punto de vista", agregó.
