En un comunicado publicado en X por el Ministerio de Exteriores afgano los fundamentalistas aseguraron "estar supervisando la decisión" de Alemania y expresaron su esperanza en que "ambos países puedan gestionar el asunto a través de canales diplomáticos" para defender los derechos de los ciudadanos.
Además, pidieron a las autoridades alemanas que aborden el asunto con mecanismos basados "en un acuerdo bilateral" y que sigan todas las convenciones establecidas para que los afganos que sean deportados no acaben en un tercer país.
La petición de los talibanes se produce un día después de que Scholz dijera en la Cámara Baja del Parlamento alemán que su Gobierno estaba buscando vías jurídicas y prácticas que permitan la deportación de criminales y potenciales terroristas a Afganistán.
El canciller compareció el jueves ante el Bundestag para referirse a la actual situación de seguridad en Alemania, tras la reciente muerte de un policía en un ataque con cuchillo cometido por un ciudadano afgano en la ciudad alemana de Mannheim.
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También señaló que no se tolerará por más tiempo la glorificación y celebración de delitos terroristas, por lo que está previsto endurecer las normas de deportación para que la apología de este tipo de delitos se convierta en un motivo grave de expulsión.
A finales de 2023 alrededor de 323.000 ciudadanos afganos estaban registrados en Alemania como solicitantes de protección en el Registro Central de Extranjeros (AZR), según datos publicados el mes pasado por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).