La noticia se produce al día siguiente de saberse que, hace unos dos meses, tuvo lugar un enfrentamiento entre una patrulla militar polaca y un grupo de "unos 50 inmigrantes agresivos y entrenados para luchar", según fuentes oficiales.
De acuerdo con una investigación de la Fiscalía, los soldados se extralimitaron en sus funciones al disparar al aire 47 veces, por lo que fueron procesados y, en dos de los casos, suspendidos de su servicio.
Estos hechos, revelados por la prensa polaca, provocaron las quejas de Duda, quien se preguntó ayer por qué no se le informó del asunto "como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas".
Además, se da la circunstancia de que el jueves falleció, tras llevar varias semanas hospitalizado, un soldado que fue apuñalado por un inmigrante durante una misión de vigilancia en la frontera polaco-bielorrusa.
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Donald Tusk anunció este viernes que el próximo lunes se reunirá con Duda en un cuartel de la frontera y dijo esperar que "para entonces, ya se haya confirmado el permiso del presidente para relevar al fiscal, tal como establece la ley".
El jefe del Ejecutivo polaco ha encargado al ministro de Justicia, Adam Bodnar, quien ostenta también el cargo de Fiscal General del Estado, que se encargue personalmente de supervisar el caso de los tres soldados procesados y ha pedido su revisión "para que la ley no afecte de ninguna forma ilógica e injusta a estos soldados si no han cometido un delito o un crimen realmente significativo".
Por otra parte, la portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Polonia, Katarzyna Nowak, anunció este viernes que desde el próximo martes se desplegará un contingente adicional de agentes a la zona fronteriza y que, además del equipo habitual de armas de ánima lisa y lanzadores de gas, estarán autorizados a portar armas de fuego cortas.
Varsovia denuncia de forma recurrente la "guerra híbrida" que supuestamente encuentra apoyo en el régimen bielorruso de Aleksánder Lukashenko, a quien acusan de provocar una crisis migratoria contra Polonia, con el establecimiento de rutas y campamentos para inmigrantes asiáticos y africanos a los que se equipa y entrena para tratar de entrar ilegalmente en Polonia.
Según la Guardia Fronteriza polaca, el número de intentos de entradas ilegales en el país es actualmente el más alto desde que comenzó la crisis migratoria en 2021 y cifran en "varios cientos" los casos diarios, que en ocasiones vienen acompañados de agresiones contra las patrullas polacas.