"En mis reuniones, insté a las autoridades a tomar medidas inmediatas en cuatro áreas prioritarias clave", dijo Nouicer en un comunicado de su oficina emitido este viernes tras abandonar Port Sudan, donde pasó cinco días entrevistándose con las autoridades sudanesas para evaluar la situación humanitaria en el país.
En primer lugar, Nouicer pidió a las autoridades que garanticen la protección de los civiles en el contexto de las hostilidades, "absteniéndose de realizar ataques indiscriminados, incluido el uso de armas explosivas con efectos de amplio alcance en zonas pobladas".
También reclamó que se permita el acceso humanitario sin trabas, incluso acelerando los procesos administrativos, para que la asistencia humanitaria pueda llegar a quienes la necesitan.
Asimismo, pidió que los órganos competentes se "abstuvieran de arrestar y detener arbitrariamente a personas, incluidos los agentes de la sociedad civil".
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Por último, exigió que "garanticen la rendición de cuentas por todas las violaciones y abusos de los derechos humanos, independientemente de quiénes sean los autores".
"Ya es hora de que los dirigentes sudaneses cesen las hostilidades y se comprometan a emprender un proceso de paz amplio e incluyente. Todos los países que tienen influencia o poder de decisión deben aspirar a alcanzar y apoyar este objetivo", afirmó tras su primera visita a territorio sudanés desde el estallido de la guerra el 15 de abril de 2023.
El comunicado con estas solicitudes se da en la misma jornada en la que una delegación del Ejército de Sudán y otra del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) permanecen en la ciudad suiza de Ginebra en el marco de una ronda de negociaciones mediadas por la ONU con el objetivo de alcanzar un posible alto el fuego.
El conflicto ha causado la mayor crisis de desplazados del mundo actual. Casi la mitad de la población de Sudán, o unos 25 millones de personas, necesita ayuda humanitaria según Naciones Unidas, que ha denunciado repetidamente cómo el conflicto ha degenerado en graves enfrentamientos étnicos en regiones del país como Darfur (oeste), en la frontera con Chad.