Se trata del mulá Muhammed Ashraf Jalali, de 56 años, quien pidió a sus seguidores que ahorcaran o decapitaran a Wilders.
Está previsto que la Fiscalía pronuncie su requisitoria esta tarde contra el líder del partido extremista Tehreek-e-Labaik de Pakistán, Saad Hussain Rizvi, de 29 años, quien también está siendo juzgado en rebeldía en el mismo caso.
En el juicio, que se celebra hoy en el tribunal de alta seguridad de Schiphol, Wilders compareció para hablar sobre el impacto que las amenazas de muerte han tenido en su vida.
En una larga intervención, el dirigente del Partido por la Libertad (PVV) explicó cómo ha vivido protegido durante años debido a esas y otras amenazas de muerte.
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"En 2004 me sacaron de mi casa en Venlo policías con ametralladoras y desde entonces no he vuelto a nada. Mi esposa y yo vivíamos en casas de seguridad, prisiones, cuarteles y comisarías de policía solo para estar seguros", explicó Wilders, según declaraciones recogidas por la televisión neerlandesa NOS.
El año pasado, fue condenado a 12 años de prisión un exjugador paquistaní de críquet, Khalid Latif, quien ofreció una recompensa de 21.000 euros a quien lograse matar a Wilders.
En 2019, otro paquistaní fue condenado a 10 años de prisión por preparar un ataque contra Wilders en Países Bajos.
El hombre había viajado desde Francia a La Haya para atentar contra el político neerlandés por planear un concurso de caricaturas sobre el profeta Mahoma; iniciativa que originó protestas masivas en Pakistán organizadas por grupos islámicos radicales.
Países Bajos carece de un tratado de extradición con Pakistán.