"China ha estado aprovechándose de la libertad, la diversidad y la apertura de la democracia taiwanesa para atraer a grupos del crimen organizado, figuras de los medios de comunicación, partidos políticos e incluso a oficiales militares en servicio o retirados, con el fin de sembrar la división y llevar a cabo actividades como el sabotaje y la subversión dentro de nuestras filas", manifestó el mandatario.
Lai, considerado como un "independentista" y un "alborotador" por las autoridades chinas, hizo estas declaraciones durante una comparecencia de prensa posterior a una reunión con altos funcionarios de seguridad nacional, en la que se plantearon distintas medidas para responder a los actos de "infiltración" de Pekín en la sociedad taiwanesa.