Según el parte castrense, el ataque aéreo ucraniano de la pasada noche se centró especialmente en las regiones de Briansk y Kaluga, donde fueron abatidos 30 y 25 drones, respectivamente.
Los demás aparatos no tripulados fueron destruidos sobre las regiones de Kursk (6), Vorónezh (6), Rostov (5) y Bélgorod (5), todas ellas fronterizas con Ucrania.
Este miércoles, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, visitó por primera vez la región de Kursk desde que en agosto pasado las tropas ucranianas irrumpieran en su territorio, del que han comenzado a retirarse ante el empuje del Ejército ruso.
De uniforme de faena, Putin ordenó desde un puesto de mando aplastar a las tropas ucrania que aún permanecen en la región de Kursk, donde Rusia ha recuperado el 86 % del territorio ocupado por el enemigo, según sus militares.
En el marco de la primera ronda de negociaciones con Estados Unidos en Arabia Saudí, Ucrania aceptó el martes una tregua de 30 días a lo largo de todo el frente con la condición de que Rusia también acate el alto el fuego.
Hasta ahora Moscú no ha respondido a la propuesta de Washington y ha declarado que está a la espera de conocer todos los detalles de la iniciativa.
Hace varios meses Putin desestimó la posibilidad de una tregua y lo mismo hizo la pasada semana el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien también rechazó un posible despliegue de tropas de paz europeas en Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no descartó que Putin se pronuncie hoy sobre la iniciativa estadounidense en la rueda de prensa tras la reunión que mantendrá con presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
"Todo dependerá de las preguntas de los periodistas", dijo Peskov a la agencia oficial rusa TASS.