En la operación fueron capturados tres sospechosos con numerosos antecedentes delictivos y se efectuaron once registros en la ciudad de Granada y otras localidades de la provincia, informaron las autoridades este miércoles.
Los arrestados, que vendían el material a narcotraficantes, están acusados de tenencia ilícita de armas, depósito de armas de guerra, delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.
La galería clandestina de tiro estaba hecha a mano de manera rudimentaria y fue descubierta en una vivienda de Granada. Es la primera localizada de una organización criminal en España y era utilizada para probar las armas.
Por su gran profundidad y por una perfecta ubicación, evitaba que el sonido de las detonaciones alertase a vecinos y fuerzas de seguridad.
Los investigadores intervinieron tres fusiles de asalto, un subfusil, seis armas cortas, una escopeta semiautomática, un chaleco antibalas, un equipo de conversión de pistola en subfusil, dos pistolas simuladas, un cañón de pistola, un granada simulada y una carabina de aire comprimido.
Los agentes también encontraron cargadores de fusiles de asalto, subfusil y pistola de alta capacidad, así como abundante cartuchería metálica y no metálica, más de 60.000 euros en metálico y dos plantaciones de marihuana.
La mayoría de las armas estaban ocultas y enterradas en el terreno de una parcela con construcción chabolista en el polígono de Almanjayar (Granada), junto con una gran cantidad de munición de varios calibres.
Los compradores pagaban grandes cantidades por las armas: unos 7.000 euros por cada pistola y hasta 11.000 por un fusil.