Bayrou visitó hoy la prisión de Saint-Quentin-Fallavier (sureste), uno de los centros penitenciarios atacados, junto con los ministros de Justicia, Gérald Darmanin, y de Interior, Bruno Retailleau, "para mostrar al personal penitenciario que estamos con ellos".
Las cárceles y los agentes penitenciarios franceses han sufrido en los diez últimos días 65 ataques, en particular incendios de vehículos, pintadas y desperfectos, en unas operaciones "coordinadas" que el Gobierno cree que son una reacción del crimen organizado contra su plan para las prisiones, declaró esta mañana Retailleau.
En unas breves declaraciones tras la visita, el jefe del Gobierno insistió en que la política del Ejecutivo de centralizar a los responsables del crimen organizado en una prisión especial de alta seguridad para controlar que no puedan dirigir sus redes tendrá consecuencias para "las personas más peligrosas" para "ponerles en una situación en la que no amenacen más a la sociedad".
"Estos ataques muestran que la acción del Gobierno y del Estado da en el clavo", afirmó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Bayrou recordó que los ataques están siendo investigados por la Fiscalía Nacional Antiterrorista y se mostró convencido de que los responsables "serán identificados y detenidos" en los próximos días o en las próximas semanas.
El ministro del Interior, en unas declaraciones esta mañana al canal BFMTV, cifró el total de ataques en 65 y consideró que "hay un vínculo que parece bastante evidente" con una respuesta a los anuncios del Gobierno para reformar su política penitenciaria.
Una reforma cuyo eje central es recluir a los presos más peligrosos, en particular a los narcotraficantes, en prisiones de alta seguridad para, entre otras cosas, impedirles que sigan con su actividad delictiva entre rejas, privándolos entre otras cosas de teléfonos móviles que circulan con mucha asiduidad en las cárceles.
