La 137 edición de la Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional (Expo Rural), que estará abierta al público hasta el 27 de julio en Buenos Aires, cuenta con unos 500 expositores de los sectores más diversos, incluyendo desde maquinaria agrícola y productos veterinarios hasta servicios de todo tipo para el sector rural.
La feria, que desde 1875 organiza la Sociedad Rural Argentina -una de las mayores patronales agropecuarias del país-, se ha consolidado como punto de referencia para la exhibición y premiación de la mejor genética animal del país, con una participación de 2.200 ejemplares este año.
Arena de reclamos
La 'arena de Palermo', como la llaman, hace que los aires gauchescos soplen en la 'gran capital', pero no solo por el colorido folclore rural sino, además, porque la tradicional feria es la histórica palestra en la que el agro argentino, el principal sector económico del país, alza su voz ante los Gobiernos de turno para exponer sus demandas.
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Esta edición no será la excepción.
La relación entre el sector agropecuario y el Gobierno se ha teñido de cierta aspereza en las últimas semanas, luego de que el Ejecutivo de Milei decidiera volver a aumentar desde julio los derechos a las exportaciones de la soja y el maíz, granos de los que Argentina es uno de los mayores productores y exportadores mundiales.
La medida cayó como cubo de agua helada entre los agricultores que hace dos años escucharon en este mismo escenario de la Expo Rural las promesas de campaña de Milei de eliminar totalmente los derechos de exportación, denominados retenciones en Argentina.
Para descomprimir la tensión, Milei se reunió el martes pasado con los dirigentes de las cuatro mayores patronales rurales el país y les prometió bajar las retenciones, pero no les dijo cuándo.
Con alícuotas que llegan hasta el 33 %, las retenciones son una fuente significativa de ingresos para el Fisco de Argentina, cuyo Gobierno defiende el superávit fiscal como un principio de su política económica.
De acuerdo a datos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el año pasado las cadenas agroindustriales aportaron al Fisco 5.994 millones de dólares solo en concepto de derechos de exportación.
Las quejas del campo
Los reclamos del sector rural al Gobierno no se limitan a los derechos de exportación: son crecientes las quejas por el pésimo estado de las carreteras y caminos rurales, al tiempo que los productores cuestionan la apertura de importaciones de alimentos, un tipo de cambio poco competitivo para exportar y medidas recientes, como la reestructuración del prestigioso Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que da apoyo a los agricultores en todo el país.
Estas demandas resonarán por estos días en los pabellones de la Expo Rural, mientras los políticos visiten la feria para captar los 'votos del campo' en la antesala de las elecciones legislativas de octubre en Argentina.
Mientras la gran muestra del campo en Buenos Aires abre sus puertas, productores agrupados en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se dan cita este jueves en la ciudad bonaerense de Nueve 9 de Julio.
Allí discutirán las acciones a seguir frente a la permanencia de las retenciones, la alta presión tributaria, la paralización de obras de infraestructura y "sobre todo la poca o nula rentabilidad que existe en el sector agrícola", sostuvo la entidad en un comunicado.
Según datos de la FADA, las cadenas agroindustriales generan el 60 % de los ingresos por exportaciones del país (48.370 millones de dólares en 2024) y aportan el 23,6 % del PIB argentino.
