La tormenta tocó tierra en la ciudad de Zhoushan (provincia de Zhejiang, este) sobre las 04.30 hora local (20.30 GMT del martes) con vientos de 23 metros por segundo en su centro, según el Centro Meteorológico de China.
Co-may, que dejará lluvias intensas en su trayectoria, se encontraba a las 08.00 hora local de este miércoles (00.00 GMT) a 154 kilómetros al sur-suroeste de la megalópolis de Shanghái y se desplaza en dirección noroeste a 17 kilómetros por hora (km/h).
Las autoridades provinciales de Zhejiang ya elevaron el martes el nivel de respuesta de emergencia de 4 a 3 (el máximo nivel es el 1).
En Shanghái, varios distritos también han elevado sus niveles de alerta: el de Pudong, que cubre buena parte de las áreas costeras, planea reubicar temporalmente a unas 110.000 personas, a las que se suman en torno a 50.000 en otras partes de la ciudad, donde también se han cerrado algunos parques y zonas turísticas, suspendido trabajos de construcción o cancelado clases en escuelas.
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La ciudad amaneció hoy entre fuertes lluvias, con las autoridades locales advirtiendo de que las precipitaciones acumuladas podrían superar los 100 milímetros (mm) a lo largo de las siguientes 24 horas.
Según la plataforma de seguimiento de fenómenos atmosféricos Zoom.earth, Co-may pasará directamente sobre la ciudad a lo largo de la tarde de este miércoles con categoría de tormenta tropical y vientos de hasta 75 km/h. Tras ello, seguirá dirigiéndose hacia el noroeste y pasará a depresión tropical en la mañana del jueves.
Además, las alertas están también activas hoy en la ciudad por el posible impacto de un tsunami tras el terremoto de 8,8 grados que tuvo lugar en la península de Kamchatka, en el este de Rusia.
Cabe recordar que Shanghái sufrió en septiembre del año pasado su tifón más fuerte desde 1949, que dejó dos fallecidos en la vecina provincia de Jiangsu.
La actual temporada de tifones en el país ha estado marcada por fenómenos de fuerte impacto como Wipha, que dejó intensas lluvias y obligó a evacuaciones en el sur, y Wutip, que afectó a más de 180.000 personas en Cantón (sur) tras un retraso de más de dos meses respecto al inicio habitual de la temporada, atribuido por expertos a patrones de alta presión inusuales y cambios en el monzón.