En un comunicado, la ONG pro derechos humanos aseguró que, entre el 23 y el 25 de agosto pasados, agentes realizaron labores de vigilancia en la casa de Namwaya en Kenia.
Esa vigilancia se produjo tras semanas de intentos por parte de miembros de la Unidad de Apoyo Operativo, perteneciente a la Dirección de Investigaciones Criminales del Servicio Nacional de Policía, de "acceder clandestinamente a Namwaya".
"La vigilancia de un miembro del personal de Human Rights Watch es un duro recordatorio de las constantes amenazas y represión que enfrentan los activistas de derechos humanos en Kenia hoy en día", declaró el director ejecutivo interino de HRW, Federico Borello.
"En lugar de permitir que las unidades policiales ataquen a activistas, las autoridades kenianas deberían trabajar para mejorar el espacio en el que opera la sociedad civil", aseveró Borello.
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Namwaya ha liderado el trabajo de Human Rights Watch en Kenia durante más de trece años, en los que ha denunciado el uso excesivo de la fuerza y otros abusos por parte de las fuerzas de seguridad kenianas, incluida la policía.
El director asociado documentó abusos cometidos en el último año durante las protestas antigubernamentales de 2024 y 2025, duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad y que se saldaron con más de cien muertos.
Este 27 de agosto, la ONG escribió al inspector general de la policía, Douglas Kanja Kirocho, para preguntarle si un tribunal había emitido una orden de arresto contra Namwaya y, de ser así, que aclarara las acusaciones en su contra.
La carta también solicitaba garantías de seguridad específicas para Namwaya y su familia en un plazo de 24 horas, pero el inspector general no ha respondido a la misiva, añadió HRW.
