Putin admite precios más bajos para China en venta de gas

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Moscú, 3 sep (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, descartó este miércoles un trato privilegiado en los acuerdos entre China y Rusia, sin embargo admitió precios más bajos en su venta de gas a China a través del futuro gasoducto Fuerza de Siberia-2.

"Aquí no hay caridad por parte de nadie, son acuerdos mutuamente beneficiosos que se implementan según los principios del mercado que se están desarrollando en esta región", justificó el presidente ruso durante su rueda de prensa en China.

Sin embargo, más adelante el jefe de Estado admitió que este acuerdo supone un precio más bajo en la venta de gas a China.

"Esto creará ventajas competitivas para nuestros amigos chinos, que recibirán el producto a precios de mercado regulado, no a precios inflados, como lo que vemos actualmente en la eurozona", declaró.

Putin concretó que "el precio de este producto no se basa en los precios actuales, sino en una fórmula específica".

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El mandatario también recalcó que las negociaciones con los colegas chinos fueron largas.

"Había varias opciones, cada una con sus pros y sus contras. Las negociaciones duraron mucho tiempo, más de un año", explicó ante las cámaras.

De este modo, el Kremlin trata de presentarse nuevamente como garante de estabilidad energética a nivel internacional después de que la Unión Europea cortase gran parte de sus compras tras el inicio de la guerra de Ucrania en 2022.

A pesar del nuevo acuerdo, que permitirá en un futuro un suministro anual adicional de 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año a través del consorcio estatal ruso de Gazprom, este trato es insuficiente para paliar las pérdidas del mercado europeo, que en 2020 importaba unos 185.000 millones de metros cúbicos de gas ruso.

Ayer, el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, anunció que Rusia, China y Mongolia firmaron un memorando vinculante para la construcción del gasoducto Fuerza de Siberia 2, cuyo tendido llevará unos cuatro o cinco años y que contempla suministros para un período de 30 años.

Anteriormente ya circulaban rumores de rebajas en el precio del gas ruso para Pekín, quien exigía 60 dólares por cada mil metros cúbicos, un precio inaceptable para Moscú, ya que es equiparable a las tarifas en el mercado interno.

El martes, Miller ya insinuó que los precios para China serían más bajos.

"Los costes de transporte del suministro de gas al mercado chino son mucho menores. Por eso, es algo objetivo. El mercado chino está más cerca, los gastos logísticos son menores y, consecuentemente, los precios son objetivamente más baratos", comunicó.

Este acuerdo supone un alivio para Gazprom, quien se encontraba en grave crisis por la pérdida del mercado europeo.