La avioneta había despegado del aeroclub de Saint Girons, que fue el que contactó con el Centro de Coordinación y Salvamento Aeronáutico de Lyon al inquietarse por no tener noticias de su situación.
La Prefectura de Ariège (delegación del Gobierno) desplegó a partir de entonces un dispositivo de búsqueda que incluyó un helicóptero de protección civil, apoyado en tierra por gendarmes y bomberos que permitieron localizarla en un lugar de difícil acceso.
Fueron los gendarmes expertos en rescates en montaña los que, transportados en helicóptero, constataron que las cuatro personas que iban a bordo estaban muertas.
