José Antonio Kast, que ganó con un 59,1 % de los votos a la izquierdista Jeannette Jara, señaló que “cada uno decidirá libremente si quiere sumarse a la recuperación y al renacer de Chile”, porque el país “ha dado un mandato claro, que no admite excusas: no quiere continuidad, quiere un cambio real”, sostuvo.
En su discurso, que dio frente a miles de sus seguidores frente a su comando en Santiago, pidió a Dios “templanza y fortaleza para estar a la altura”, al tiempo que prometió “restablecer el respeto a la ley” en el país.
“Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre del crimen, de la angustia y del temor”, añadió quien será el primer presidente pinochetista y que hizo campaña a favor del entonces dictador Augusto Pinochet (1973-1990) en el plebiscito de 1988.
Kast, que se impuso en las 16 regiones del país y logró la segunda victoria más amplia en una segunda vuelta en democracia —la mayor desde la obtenida por la expresidenta Michelle Bachelet en 2013—, recalcó que “Chile necesita que el país vuelva a tener empleo digno y orden en nuestras calles, en el Estado, en las prioridades que se han perdido”.
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“El orden no es un capricho, es justicia”, añadió ante una multitud que ondeaba banderas nacionales.
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El futuro mandatario destacó como “hitos” de su administración la seguridad, la migración y el progreso económico. “Quien no cumpla la ley, va a recibir todo el peso de esa ley”, afirmó antes de advertir que “los padres tendrán que responder por los daños que provoquen sus hijos” y que los jóvenes “no pueden quemar nada, no pueden romper nada”.
Kast agradeció a los excandidatos de la derecha tradicional Evelyn Matthei y de la extrema derecha radical Johannes Kaiser, que no pasaron a la segunda vuelta y lo apoyaron sin condiciones, y los invitó a “construir un país en unidad” y “sin cuoteos”, en un guiño al diseño de su Gobierno, en el que se espera integren el conjunto de fuerzas de la derecha y ultraderecha del país.
El ultracatólico dijo que su victoria “no es la meta, sino el punto de partida” y aseguró que los cambios que propone “comenzaran de inmediato”, pero frente a las expectativas que ha levantado su Gobierno en la ciudadanía, avisó que “los resultados no se verán al día siguiente”.
En un momento de su extenso discurso, Kast pidió silencio y que no se gritara contra su rival, la izquierdista Jeannette Jara, que obtuvo el 41,8 % de los votos: “Si prima la violencia y los gritos destemplados es muy difícil seguir adelante, es una persona igual que nosotros aunque piense distinto que nosotros”, expresó a sus simpatizantes.
“(Jara) Asumió un desafío y lo defendió hasta el final”, valoró Kast, quien también reconoció “el coraje” de la exministra comunista de “haber tomado la decisión y haber alineado su partidarios”.
De 59 años, el fundador de Partido Republicano (PR) que llegará a La Moneda tras su tercer intento (2017 y 2021), insistió en un mensaje de “unidad” de su sector e instó a “recuperar la fe en las instituciones”, que concentran buena parte del desencanto de la ciudadanía.
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El líder del PR, formación que fundó en 2019 tras abandonar la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), nacida al alero de la dictadura, reiteró que cumplirá su promesa de renunciar a su militancia para dar una señal de amplitud, tal y como hicieron antes los expresidentes Patricio Aylwin (1990-1994) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022).
Kast, que cerró su discurso pidiendo la bendición de Dios, asumirá el próximo 11 de marzo la banda presidencial de parte del presidente progresista Gabriel Boric, que este domingo lo felicitó en una llamada de teléfono televisada y lo invitó mañana lunes a un desayuno en el palacio de La Moneda.
