La Administración paulista alertó de que detectó un aumento del consumo de agua del 60 % en algunas zonas, lo que ha afectado directamente al nivel de los embalses que abastecen a la zona metropolitana de São Paulo.
Ante este escenario, destacó la “necesidad de economizar agua” con prácticas como “ducharse más rápido” y llamó a evitar su uso en estos momentos para “llenar piscinas o lavar la calle o el vehículo”.
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El Gobierno de São Paulo, el estado más rico e industrializado de Brasil, recordó que la región enfrenta “uno de los menores índices de precipitaciones de los últimos años”, lo que ha ocasionado “una sequía prolongada” y dejado en mínimos algunas represas.
Alerta naranja
São Paulo es uno de los ocho estados brasileños -de un total de 27- que están en alerta naranja por altas temperaturas.
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En la capital homónima, este jueves, día de Navidad, se registraron 35,9 °C en una estación meteorológica, la máxima del año para la ciudad.
El fuerte calor se debe a la entrada de una masa de aire caliente y húmedo que se ha extendido sobre el centro, el oeste y el sureste de Brasil.
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Este fenómeno ha provocado temperaturas por encima de la media y se espera que persista en los próximos días, con la posibilidad incluso de que São Paulo, una metrópoli con 12 millones de habitantes, rompa su récord histórico de temperatura.
Además, la previsión en el sureste brasileño para este verano austral, que comenzó el pasado 21 de diciembre, indica que las lluvias serán inferiores a la media histórica para el periodo, según el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet).
