De esos doce credos, siete dependen de Roma: maronitas, caldeos-católicos, melquitas-católicos, armenios-católicos, siriacos-católicos, coptos católicos y latinos.
El resto siguen a los patriarcados greco-ortodoxo, armenios-ortodoxo, asirio, siriaco-ortodoxo, copto ortodoxo, además de los protestantes de diferentes denominaciones.
El Líbano forma parte de la diócesis de Antioquía. De hecho, actualmente tres patriarcas católicos llevan el título de Antioquía y de todo Oriente, que son el maronita, el greco-católico y el sirio-católico, además de los ortodoxos, el griego y el siriaco.
Entre las iglesias católicas de rito oriental, la más importante y numerosa es la maronita, que supone el 22,9% de los cristianos del Líbano y cuyo fundador es el santo monje anacoreta Maron (410 d.C.), cuyos discípulos vinieron al Líbano como misioneros y se acabaron instalando en las montañas libanesas.
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Utilizan el siriaco y el idioma árabe en su liturgia, su rito es de la tradición de Antioquía, entre ellos hay eremitas, algunos de ellos santos consagrados como San Charbel. Su iglesia cuenta con diez instituciones religiosas, que han desempeñado un papel muy importante en la formación del Líbano independiente.
La iglesia melquita o griego-católica está en comunión con Roma y es fiel a la tradición de las iglesias ortodoxas, así como al rito bizantino.
La eucaristía se celebra con pan fermentado, además de mezclarse vino con agua caliente, mientras que el bautismo es por inmersión completa.
El signo de la cruz se hace con tres dedos, en honor a la Santa Trinidad y de izquierda a derecha. Los hombres casados pueden ser ordenados sacerdotes y los obispos son elegidos entre los monjes. Se evalúa que son unos 250.000 creyentes en el Líbano.
La iglesia siria-católica, que tiene una sola diócesis que engloba a los miembros de esa comunidad en el Líbano, se calcula que tiene unos 30.000 fieles.
Tiene dos conventos que desempeñaron un papel muy importante en la historia de su comunidad: el de san Efrén en Chebanie y el de Charfe, conocido por su seminario patriarcal y ser la sede del patriarcado en verano, que visitará el papa durante el viaje.
En cuanto a la iglesia armenia-católica, que fue reconocida como tal en 1742, tiene diócesis en los países de Oriente Medio, en Europa y en el continente americano. Se estima que sus creyentes en el Líbano son unos 30.000.
La Iglesia caldea, rama católica de la Iglesia de Oriente, también llamada nestoriana, por haber rechazado el concilio de Éfeso (431), fue reconocida como tal por Roma en 1830. Sus primeros fieles llegaron al Líbano en 1895 para escapar a las persecuciones de turcos y kurdos. Hay unos 10.000 creyentes en el país de los 4.200.000 en el mundo.
La Iglesia latina, fundada por la Santa Sede en 1772, se desarrolló gracias a las obras educativas, hospitalarias y en el ámbito social, lo que contrarrestaba a las misiones protestantes. En la actualidad, tiene unos 14.000 fieles, lo que supone un 0,9% de la población libanesa, aunque es una de las más influyentes y organizadas.
Entre las iglesias ortodoxas cabe citar la melquita o greco-ortodoxa, cuyo patriarcado está en Damasco, aunque en el Líbano posee numerosos monasterios, instituciones escolares, sociales y hospitalarias, así como una universidad y un instituto teológico superior.
Además de estar presentes en la región septentrional de Kura, esas iglesias forman un bloque relativamente importante en las ciudades y centros urbanos, así como en Beirut, donde ocupan un lugar preponderante.
La Iglesia evangélica, que forma parte de la protestante, implantó su actividad misionera en el Líbano en el año 1823. Fundó escuelas para educar a la mujer libanesa, entre ellas el Colegio Evangélico sirio en 1866, que después se convirtió en la Universidad Americana de Beirut (AUB).
Es miembro fundador del Consejo de las Iglesias de Oriente Medio y de la Unión Mundial de Iglesias Evangélicas Reformadas y del Consejo Mundial de Iglesias. Existen en el Líbano otras iglesias evangélicas, pero todas están representadas en el Consejo Superior de su comunidad.