Pell destacó la importancia de que “el marco regulatorio y legal del Estado de la Ciudad del Vaticano se alinee con las mejores prácticas regulatorias internacionales” en un comunicado en el que la Santa Sede anunció las directrices futuras del IOR.
La misión del “banco vaticano” será la de servir “con prudencia y proporcionar servicios financieros especializados a la Iglesia Católica en todo el mundo”, según el comunicado, en el que la Santa Sede informa de la aprobación del papa Francisco de las recomendaciones sobre el futuro del IOR
La adaptación a las normas internacionales por parte del “banco vaticano” tendrá que hacerse de manera “sistemáticamente sostenible”, precisa la nota oficial.
“Los valiosos servicios que puede ofrecer el Instituto ayudan al Santo Padre en su misión como pastor universal y también a las instituciones y personas que colaboran con él en su ministerio”, según la nota vaticana.
Este propósito sobre el futuro del IOR forma parte de la propuesta aprobada por el papa Bergoglio, en la que se “reafirma la importancia de la misión del IOR para el bien de la Iglesia Católica, la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano, agregó el comunicado papal.
Con ese fin, se anuncia además que el presidente del Consejo de Superintendencia, Ernst von Freyberg, y los gestores del banco del Vaticano “finalizarán su plan para garantizar que el IOR pueda cumplir con su misión como parte de las nuevas estructuras financieras“ de la Santa Sede.
Este plan, se añade en la nota, será presentado al Consejo de Cardenales y al Consejo de Economía.
El comunicado señala que el IOR continuará dependiendo de la Autoridad de Información Financiera (AIF), la ”autoridad competente dentro de la Santa Sede y el Estado vaticano“.
En aplicación de los motu proprio (documentos papales) del 8 de agosto de 2013 y del 15 de noviembre del mismo año, así como de la Ley de Transparencia, Supervisión e Información Financiera que entró en vigor el pasado 8 de octubre, el Vaticano anuncia además que se ha aprobado un ”amplio marco legal e institucional“.
Este marco tiene como fin ”regular las actividades financieras dentro de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano“.
La propuesta aprobada por el papa Francisco fue preparada por la Comisión Referente Pontificia sobre el IOR (CRIOR), la Comisión Referente Pontificia sobre la Organización de la Estructura Económica y Administrativa de la Santa Sede (COSEA), la Comisión Cardenalicia del IOR y el Consejo de Superintendencia del IOR.
La propuesta, explicó el Vaticano, se hizo a partir de la información sobre el estatuto legal del IOR y sus actividades que se presentó al papa y al Consejo Cardenalicio por parte del CRIOR el pasado febrero.
El anuncio de hoy sigue al del nombramiento, hecho el sábado por parte del cardenal Pell, del profesor Franco Dalla Sega como consultor especial para la reorganización de las finanzas vaticanas.
Dalla Sega, de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, tendrá el cargo de ”consultor especial ad interim“ dentro de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
Pell precisó que este consultor asumirá una ”consultoría específica“ en relación con la reorganización de esa administración, según el comunicado del Vaticano.
Y que esa reorganización forma parte de ”una revisión más amplia de la estructura económico-administrativa de la Santa Sede".
La Secretaría que dirige Pell fue creada tras las recomendaciones de la COSEA para dar credibilidad y transparencia a las cuentas y a las posesiones del Vaticano y buscar mejores inversiones entre los pobres y marginados.
Este año el IOR tiene previsto volver a publicar sus cuentas tras la divulgación del balance, por primera vez en su historia, el pasado 1 de octubre, como medida de transparencia de la institución.