De esta manera podemos lograr que nuestro perro nos ayude en las tareas domésticas

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Este perro labrador entendió cómo llevar la ropa sucia a la lavadora.
Este perro labrador entendió cómo llevar la ropa sucia a la lavadora.Thomas Frey

¿Está bien encomendar una labor al animal? ¿No nos debería generar una mala conciencia? Una adiestradora de perros tiene la respuesta (y es buena)

“Es una ocupación maravillosa sin ningún esfuerzo adicional, porque siempre hay algún trabajo para hacer”, señala la adiestradora de perros y autora alemana de libros Liane Rauch. Según Rauch el trabajo conjunto entre las personas y los animales refuerza el vínculo. A muchos perros les encanta su nuevo “trabajo” y, de todos modos, a la mayoría no se les exige tanto.

La adiestradora comenta que esta interacción tiene además otro efecto secundario positivo para los animales ansiosos o temerosos: se vuelven mucho más audaces y ganan confianza en sí mismos.

Cualquier perro puede ayudar. “No hay restricciones de raza o edad. Incluso los perros que tienen alguna discapacidad pueden asumir tareas”, explica Rauch.

Sobre todo, son adecuados los perros que quieren “agradar”, es decir, a los que les gusta trabajar junto a los humanos.

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Qué tipo de actividades pueden ser apropiadas para la mascota depende de los intereses del animal. En este caso, solo ayuda una cosa: probar.

No adiestrar con juguetes favoritos

La actividad más sencilla es ordenar, es decir, recoger algo del suelo y colocarlo en el lugar deseado. El adiestramiento para ello es el siguiente: “Lo mejor es empezar con un objeto que al perro le gusta mucho”, aconseja Rauch. Sin embargo, advierte que “no debe ser el juguete favorito, porque si no la mascota pensará que es hora de jugar”.

Por supuesto, no deben utilizarse objetos punzantes ni pequeños. A la mayoría de los perros les gustan las cosas blandas. Los aros de goma blandos son adecuadas para aprender, pero también objetos cotidianos como calcetines o paños. Es conveniente que el perro ya haya aprendido al menos el principio básico de la recuperación, o sea, traer objetos tras una orden.

En la primera etapa del adiestramiento canino la entrenadora de perros Chris Maron utiliza a menudo una caja o cesta resistente en la que coloca el objeto que se deberá ordenar más tarde y deja que el perro lo saque de la caja.

“Después de que esto haya funcionado bien varias veces, se puede colocar el objeto al lado o detrás de la caja y que el perro lo traiga”, explica.

Se tapa la caja con la mano y se le dice al perro la palabra correspondiente para que vaya a buscar el objeto, por ejemplo “ordenar”. En el momento de la entrega, el dueño o la dueña retira ligeramente la mano para que el objeto caiga dentro de la caja. Además, hay que decir una palabra que en el futuro el perro debe asociar con esta actividad, por ejemplo, “ordenar”.

Por supuesto, el can debe ser recompensado inmediatamente por cada ejercicio realizado con éxito, preferiblemente con una golosina.

Finalizar el ejercicio después de 15 minutos

¿Qué podría fallar? “El error más común es la impaciencia humana”, apunta Rauch. A menudo, los ejercicios son demasiado difíciles y se realizan demasiado rápido. La rapidez con que un perro aprende varía, lo mismo que su capacidad de concentración. Algunos se cansan a los cinco minutos, otros llegan a los quince, pero en cualquier caso el adiestramiento no debería durar más tiempo que ese.

A más tardar cuando el perro se desconcentra, el adiestramiento debe terminar con un ejercicio sencillo, aunque solo sea la orden de sentarse. A esto le sigue un gran elogio y una golosina. “Así el perro se va con una buena sensación”, explica la experta canina Rauch.

Una de las actividades más exigentes para un perro en el hogar es colocar la ropa en la lavadora, porque para ello debe meter la cabeza en la oscuridad. Si el perro reacciona con miedo, primero se practica con una maceta o un cubo oscuro, que se coloca en una silla con la abertura hacia delante. “Se introduce una golosina y el perro debe sacarla”, explica Rauch.

Si funciona bien, se coloca una golosina en el tambor de la lavadora. Si aquí tampoco duda, se esparcen algunos calcetines delante de la lavadora y se dice la palabra “ordenar”, que el perro ya conoce. Este ejercicio se realiza poco a poco hasta que el animal coloque todas las prendas posibles.

Primero recoger y luego traer

¿Traer el diario? Los perros pueden cumplir con esta y muchas otras tareas de asistencia doméstica.
¿Traer el diario? Los perros pueden cumplir con esta y muchas otras tareas de asistencia doméstica.

Llevar el correo o hacer la compra tiene una estructura de adiestramiento similar. En primer lugar, el perro debe aprender a tomar algo con la boca y llevarlo. Esto también se practica de la forma más sencilla posible.

“Se empieza ofreciendo al perro un objeto. En cuanto se lo lleva a la boca, se dice la palabra señal, por ejemplo ‘tómalo’. A continuación, la mascota debe aprender a sostener el objeto durante un tiempo cada vez más prolongado hasta que finalmente lo pueda trasladar en movimiento”, señala la especialista.

Rauch agrega que recoger el correo, el control de la televisión o la correa se practica al principio del mismo modo: el perro toma el objeto con la boca y lo traslada. En el siguiente paso, el perro debe aprender que debe dar este objeto a su humano. Una buena palabra señal para este ejercicio es “trae”.

Al igual que los niños, los perros aprenden el nombre del objeto mediante la repetición frecuente. Por ejemplo, se muestra la correa al perro y se repite la palabra “correa” una y otra vez.

“Si mira la correa o incluso la roza con la nariz, recibe una golosina”, destaca Rauch. Por último, se pone la correa en el suelo y se le dice “trae la correa”. En los pasos siguientes se aumenta cada vez más la distancia al objeto.

Enfocar el adiestramiento con humo

Quien lo desee también puede enfocar el adiestramiento con humor. “Por ejemplo, se puede enviar al perro hacia los pañuelos de papel con un “achís”, sugiere Rauch.

Los perros tienen un olfato muy fino y por lo tanto son muy buenos en buscar cosas perdidas, por ejemplo, un móvil, una cartera o un juego de llaves. El adiestramiento es similar al de traer objetos, pero con el tiempo la búsqueda se debe dificultar cada vez más.